jueves, 7 de octubre de 2010

Back and Forth

Pues bien, nos fuimos a Australia. Nos tomamos el Airbus al aeropuerto en hora, hicimos el check in en hora, me hicieron un escaneo de explosivos en hora (¿?), nos tomamos un café despabilador en hora, y, oh sorpresa, mirá la pantalla! Último llamado del vuelo 1182 a Sydney! Corrimos a la puerta para abordar y fue al pedo: toda la gente seguía ahí esperando.

La gente de aduana del aeropuerto fue de lo más cordial:
Yo: Buen día. Qué tal? (le entrego mi pasaporte y tarjeta de declaración de porquerías comestibles. Silencio.)
Señora sesentona: (resopla fuerte, como enojada) Dónde te vas a quedar?
Yo: en un backpacker, en el centro
Señora sesentona: (tono de maestra enojada) en cual?
Yo: no lo sé todavía.
Señora sesentona: (más enojada) necesito una dirección, me tenés que poner un teléfono, que nadie entiende que tienen que poner un teléfono?
Yo: Tengo un número de Nueva Zelanda, no sé si acá sirve.
Señora sesentona: escribilo, es mejor que nada. Si yo me tengo que contactar con vos como hago?
Mi cabeza: pues no se contacte, si a mí no me interesa contactarme con ud. / use la dirección de mail, para qué me la piden si no?

Llegamos al centro y caminamos bajo el sol con nuestras mochilas a cuestas durante largo buscando hostel. Hasta que decidimos volver al primero que habíamos visto. Caminamos por el Hyde Park, tomamos mate ahí mismo, fuimos a la Mary’s Cathedral (un edificio de puta madre, se ve que jesuso tiene guita), luego seguimos por el lado del centro cívico. En el camino vimos muestras del Art and About, que es un ciclo de arte que están haciendo por las calles: hay muestras fotográficas en el parque, estatuas vestidas de colores por la calle y alguna que otra cosa más copada como la orquesta del Opera House tocando en la puerta del teatro gratis.

El segundo día hicimos un tour caminando con una piba de Sydney, estudiante de arquitectura. Bastante piola, nos llevo por varios lugares explicándonos un poco de historia de todo lo que veíamos, contándonos cosas que se podían hacer en la ciudad, etc. Pero me dedicaré en este post a los highlights. Los detalles los contaré en persona con fotos y mate de por medio.

Sydney es una ciudad muy linda y muy cara. Los australianos son bastante lavish: compran, gastan, compran, gastan. No todos son muy copados aunque algunos sí. Durante la búsqueda de hostel me pararon 3 personas que me vieron en una esquina con el mapita y me preguntaron si estaba perdido, si necesitaba ayuda.

El Opera House casi me saca un lagrimón, le expliqué al Búho (Guille): hace años que vengo viendo esto en la tele, que lo vengo viendo en el diario o revistas, hace años que lo doy como tema en el trabajo en las unidades que hablan de travelling (típico de coursebook) y finalmente estoy acá! Hay que reconocer que no es la gran cosa, pero es un landmark icónico.

El harbour bridge lo crucé a pie. Super cagazo, creo que este viaje está aumentando mi vértigo, pero me probé a mí mismo que podía (el que no me cree, tengo fotos para demostrarlo). A la ida lo crucé de lejos de la baranda, a la vuelta me dije a mí mismo que tenía que superarlo y volví por el lado del agua. Yay por mi!

Tanto Sydney como Melbourne tienen un barrio chino. La comida ahí es genial y las porciones abundantes, así que ténganlo en cuenta para cuando vayan. Díganle sí a la comida asiática! Pero también díganle sí al canguro! Obviamente que me mandé un cangurito, tenía que probarlo (sí, Lila, yo sé que para vos está mal, que pobre canguro, que pobre llama, pero bien que al conejito del tío Miguel le entramos sin asco). El canguro se come casi crudo porque si no se pone duro como cuero. No tiene casi grasa y es bien sabroso. La segunda vez compramos unos filetes en el supermercado y lo preparé con puré a la sudafricana.

Sydney compite con Melbourne para ser “más cultural.” Aparentemente Melbourne siempre fue más cultural que Sydney y los últimos le hacen la contra para ganarles porque se odian mutuamente. Los de Sydney estan con esta muestra llamada Art and About y mini recitales en lugares como Manly.

Melbourne es copado. Tiene por ahí cerca una ruta que se llama Great Ocean Road que pasa por algunas playas importantes y te lleva a los Twelve Apostols, que ya no son 12 porque se cayeron varios. El conductor de la camioneta casi nos mata un par de veces, pero yo se la devolví en el papelito de opinión que circuló para saber la opinión de los clientes. Igual buena onda el flaco.

Ahora en Auckland. Como en casa. Pero sin trabajo. La semana que viene Tailandia. Y adiós Nueva Zelanda. Sniff sniff. Me quiero ir? No sé.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Bye-Bye, Birdie(s)

Nota: sé exactamente qué quiero contar, pero no tengo ni jodida idea de cómo organizarlo, así que cada uno lo lee como quiera (o como pueda), vale?

Lunes 20 de Septiembre:
Estamos en Auckland, como es sabido. Es el cumpleaños de Fede, como tabién es sabido. Feliz cumple, amigo! Hoy la pasaremos de puta madre, porque Auckland está que explota. WUUUHUU!!! Esta noche festejaremos con las chicas (Julia, Mariana y Romina, amigas de Fede que llegaron anoche), con Matías y Guille (de Rakaia), algunos del hostel y… conmigo y mis otros migos. Fede también está invitado.
Mañana las chicas y Fede se van en un auto alquilado a recorrer. Su primer destino es Rotorua, aunque yo creo que están improvisando un poco. Bye bye, birdies!

Martes 14 de Septiembre:
Veníamos de días de mostrarle el auto a distintas personas interesadas en comprarlo, de decenas de mensajes inquiriendo por él aunque con posteriores desapariciones de los susodichos incluso antes de verlo. Gayle y Robert, una pareja Escocesa, fueron a verlo con nosotros, lo probaron, hicieron preguntas importantes como “cuántos kilómetros hace con un tanque?” “cuándo vence el WOF?” y “el aceite… lo chequearon?”. Pos fíjense que el blanquito se la bancó. Escocia estaba conforme y cerró trato con Argentina en un poco más que lo que Argentina había pagado por el blanquito – claro que no fue una Argentinada, sino que el auto realmente lo valía y además tenía valor agregado por la batería y el radiador nuevos. Argentina se puso las pilas durante la tarde y limpió el interior para dejarlo presentable.

Miércoles 15 de Septiembre:
Papeles. Hicimos la transferencia del auto, acompañamos a estos muchachos hasta donde estaba el auto, nos entregaron el dinero, les dimos las llaves y a otra cosa mariposa. El auto se fue a viajar esa misma tarde. Bye bye, birdie!

Domingo 19 de septiembre:
Ansiedad. Sobre todo la noche anterior. Julia, Mariana y Romina llegaron el domingo a las 6 am. Yo me levante a las 5 para esperar junto a mi dolor de garganta. Fede no pegó ojo en toda la noche y se fue al aeropuerto.

Jueves 16 de septiembre:
Habiendo vendido el auto a tiempo y mejor de lo que esperábamos, no me quedó opción más que sentarme a solucionar mi visa para Australia. Australia era una opción que había dejado de lado por cuestiones de tiempo y dinero. Conclusión: la parte temporal se solucionó sola al venderse el auto pronto, y la parte monetaria se solucionó al incrementar mi deuda con mis padres.
Pensamientos: tengo los formularios de pedo de cuando me los dieron en Christchurch cuando fui a averiguar por precios, necesito fotocopia del pasaporte…. Ajá, necesito fotocopia del pasaje a Bs As… no tengo pasaje a Bs As, está en la valija (que se la dejé al tío Martín antes de que se fuera por un mes de vacaciones) pero por ahí puedo usar el pasaje a Bangkok para demostrar que no me voy a quedar en Australia.... aunque ese pasaje tampoco lo tengo (es electrónico). Estoy meado por un elefante. A ver el estuche de los documentos…. Hmmm pasaje a Buenos Aires! Siiiiiiiiiiiii! Me falta completar el formulario, hacer las fotocopias y demostrar fondos… como se demuestran los fondos? Saco un recibo del cajero automático y me voy con eso, total… si me piden otra cosa vuelvo y fue.
Es raro como se van dando solas algunas cosas. Pasé de decir “no, no voy a Australia, otra vez será” a tener todos los papeles y demás huevadas listos para presentar. Tal vez bye bye, birdie! Dígole a un conocido argentino que también tenía que ir a hacer una visa para Australia: si querés vamos el viernes así me ayudas con lo que no sé cómo completar.

Viernes 17 de septiembre:
Fui al consulado con Fernando, el argentino. Mientras esperábamos le digo “cuánto tardan en darte la visa? Una semana más o menos, no?” Me mira con cara de “que boludez estás diciendo?” y completa con un “te la dan en el momento.” Chaaaaaaaaaaaa! Que velocidad! Pos sí, esa misma tarde fui dueño de una visa de vacaciones para Australia, lo que me llevó a decirle a todo mundo con quien me cruzaba “a que no sabés quién tiene visa para Australia!!!!” Almost bye bye, birdie! Sólo faltaba el pasaje.

Domingo 19 de septiembre bis:
Hablando con el Búho (aka. Guillermo, de Rakaia) le comento la situación visaria. Upa! Me dice, por ahí me prendo, si total acá llueve todo el tiempo. Y con el pasaporte italiano? Lo tenés acá? Sí. Lo tenés al día? Sí. No necesitás visa, te dan un permiso por tres meses y es gratis. No me jodas! No te jodo! Todo eso pasó mientras yo me deprimía viendo como los precios de los pasajes Auckland-Sydney se habían duplicado por las vacaciones de primavera de los kiwis. Conclusión: todos los pasajes estaban arriba de los 600 dólares… Faquin vacaciones de primavera!
El Búho tiene un padre, el padre está en Nueva Zelanda, a Nueva Zelanda llegó por Aerolíneas Argentinas, Aerolíneas Argentinas es la empresa donde trabaja el padre del Búho. Le pregunto a mi viejo a ver si nos consigue algo más barato! Me interrumpe la depresión cumulativa. Jodeme! No, en serio, no te prometo nada, pero por ahí, en una de esas nos consigue algo. Paaaaaaaah! Ta de más!

Lunes 20 de septiembre bis:
Mensaje al Búho: averiguaste lo del permiso con el pasaporte italiano? Hay alguna novedad? Avisame así veo qué hago. Respuesta: voy en 30hs a la oficina de aerolíneas (sic.). Me habrá querido decir en 3 hs, si no me habría dicho pasado mañana…. Supongo. Más tarde me manda otro mensaje: el precio es de 516 y te pueden hacer un descuento de 60 dólares. Llamo al Búho: Compro!!! Es el más barato de todas las aerolíneas (…) voy para allá.
Edificio de ABS (banco), piso 15, me encuentro con el Búho. Yo lo voy a comprar también, después veo lo de la visa. Seeeeh, total si no te lo llegan a dar con el pasaporte italiano, cosa que no creo, podes hacer lo que hice yo con el pasaporte argentino, yo te acompaño al consulado.
Nos atiende el chileno que trabaja en la oficina, el pasaje costaba 425 (descuento incluido) porque se habían liberado dos asientos más en los últimos 20 minutos. TAKA TAKA! Dame el pasaje! Guille reservó, fuimos a la biblioteca a tramitar su permiso por internet y en ese mismo momento decía “you have been granted the holiday permit”. Conclusión: bye bye, birdies! Nos vamos el jueves a Sydney.


otro cuento: http://from-now-on-and-on.blogspot.com/

salú!

lunes, 6 de septiembre de 2010

Cambio de Planes

A Franz Josef finalmente le pasamos de largo, como a tantas otras cosas. Cuando salimos de Queenstown sin habernos dado el lujo de probar el ski por cuestiones económicas, hicimos nuestro camino hasta el glaciar Fox que, de donde venía, estaba antes. Nos metimos primero por un lugar equivocado para verlo y terminamos pasando por un puente colgante altísimo sobre un río que daba más cagazo que placer. Welcome vertigo! Después descubrimos que teníamos que ir por otro lado, así que vuelta al auto hasta la entrada del glaciar, que queda a unas varias cuadras. De ahí el camino se hace a pie por una zona señalizada hasta llegar a un punto donde un cartel de peligro te anuncia que no sigas a menos que estés con un guía. Como queríamos acercarnos más, los tres nos convertimos en guías por un rato, lo cual no fue muy difícil porque requirió simplemente seguir el caminito armado. Welcome Nueva Zelanda turísticamente preparada! Llegamos hasta ahicito nomás, a dos pasos del hielo. Luego de sacar fotos cual ponjas con nikon nueva, volvimos para buscar un hostel en Franz Josef, pueblo de 1000 habitantes. Welcome hectic life!

Al día siguiente perdimos a Matías, que se quedó en Franz Josef a hacer housekeeping para ahorrarse unos mangos. Con Fede decidimos saltearnos este glaciar, que aparentemente es más pequeño que el anterior, y seguimos camino para el lado del Abel Tasman, al norte de la isla sur. En Motueka, que es al lado del Abel Tasman Park, averiguamos como iba a estar el clima al día siguiente, para saber si era lógico quedarnos para ir a un parque nacional con playas o debíamos tomarnos el palo. Claro que iba a llover, estamos en Nueva Zelanda. Welcome rain! Nos fuimos al joraca, para el lado de Picton, donde se toma el ferri para ir a Windy Welli. En este número de Fapis Total te enseñamos a manejar todo el día, cambiar de planes 8 veces y no estresarte en el intento ni dormirte al volante! Llegamos a Picton, donde debíamos pasar la noche, alrededor de las 7,30, y dijimos “por que no seguir hasta Wellington y dormir allá para salir mañana teniendo que hacer un tramo menos?” Pos bien, averiguamos ferri, compramos pasaje y a las 9.30 estabamos que nos dormíamos en la sala de espera, y sabiendo que llegaríamos a Welli a las 2 de la mañana, tomamos nuestro número de Fapis Total y leímos la sección de cambio de planes. Así fue como cambiamos el pasaje para las 7am del día siguiente y nos fuimos a un hostel de una señora completamente tocada pero buena onda.

8 am en punto salió el ferri. Llegamos a las 12 a Welli y almorzamos al salir de la ciudad. Ibamos camino a New Plymouth a pasar el día para conocer y seguir al día siguiente para Auckland con el fin de vender el auto. Welcome torneo de futbol escolar en New Plymouth! No conseguimos hostel, así que seguimos manejando hasta el pueblo más cercano, que quedaba a 200 km…. en el camino nos dimos cuenta que ibamos a estar a 100 km de Auckland y que Alejo se iba al otro día a Bs As (Siiiiiiii, ya lo puedo decir porque no es más secreto!), así que Fapis Total de enero del 2008 nos salvó y pudimos cambiar de planes nuevamente. Llegamos a Auckland a las 12 maomeno y al día siguiente pasamos el día con Alejijou hasta que se fue al aeropuerto para abandonarnos cual rata de barco en esta aventura maquiavélica impuesta por él. (Sí, Foosta, te torturaré por los siglos de los siglos).

Ahora estamos muy Auckland en Auckland donde todo es Auckland. Desencantados al principio por el contraste con el resto de NZ, adaptados nuevamente ahora. Intentando vender el auto, que es todo un tema supercalifragilisticuespialidosamente molesto. El viernes y el sábado estuve con padre y madre, que vinieron de visita y estuvimos paseando y comiendo delicias tailandesas, koreanas y otras yerbas. Ahorita los gordos ya se fueron a seguir viaje y yo… yo sigo en Auckland.

viernes, 27 de agosto de 2010

Southwards

Hace rato que no escribo blog. Creo. Ni sé dónde me quedé la última vez.

El viernes pasado tuvimos la fiesta de despedida en Van Zanten. Fue realmente una cosa muy bizarra pero divertida. Estaba casi todo el mundo muy ebrio, incluso los jefes, y era muy cómico verlos tan not-elegantly wasted. La fiesta fue en el lugar donde trabajábamos que lo acondicionaron con cajones vacios de madera. Hubo comida y bebida para rato. Hubo una pareja tocando la guitarra y cantando. Hubo mucha gente grande. Incluso hubo un yo correteando gente por el lugar para sacarnos fotos. Me saqué fotos con todo mundo, incluso con la señora del café, a la que le agradecí por prepararnos café todas las mañanas y todas las tardes y se enterneció. Pobre, con ese agüita sucia que nos daba debo haber sido el único que le dio palabras de aliento.

El sábado entregamos la casa y partimos rumbo al sur Matías, Fede y yo. Guille se fue para el lado de Mount Cook. Pasamos por ciudades como Timaru y Oamaru, que nunca te dicen que son lugares copados, pero que la verdad están bastante bien para echarles una mirada a pesar del aspecto de pueblo fantasma de la última. Llegamos a Dunedin, de donde era oriundo mi jefe y el forklift driver que reemplazó al gordo grandote. Mi jefe, con el que yo mucho no hablaba, durante los últimos días empezó a acercarse a mí y en una conversación en la que yo le contaba que iba a ir a Dunedin me dijo que el era de ahí y me contó un chiste:
Marty: I am from Dunedin. I’m half Irish and half Scottish…
Yo: oh, really?
Marty: yes, part of me wants to go get pissed, and the other part doesn’t want to pay for it.
Ídolo Marty. La cuestión es que Dunedin es muy lindo y nadie te dice que vale la pena ir. Es una ciudad que se formó principalmente con inmigrantes escoceses. Ahí pasamos 3 noches, decidimos eliminar Invercargill (la ciudad más al sur) por cuestiones económicas y nos fuimos para Te Anau para hacer base para ir al día siguiente a los fiordos en Milford Sound.

Te Anau es un pueblito lindo a orillas de un lago, bastante moderno y con una iglesia horrenda con paredes de vidrio y asientos blancos, bien mersa. Pasamos la noche ahí y al día siguiente nos largamos a la aventura…. Despertámonos a las 6.30, con idea de manejar los 120 kilómetros tranquilos y llegar al primer barco que partía para hacer su recorrido por los fiordos a las 9.30. Pasamos por la estación de servicio para chequear el reporte del clima para saber si necesitabamos cadenas para la nieve. Tuvimos que esperar hasta las 7.30, que era cuando recibirían el reporte definitivo. Report says YES! Necesitabamos cadenas. Jou jou jou! Alquilamos cadenas que, obviamente, no sabíamos usar. A 10 kilómetros de la ciudad había un puesto donde te paraban, chequeaban que tuvieras cadenas y si no las tenías, multa instantanea de 75 mangos. Zafeishon! Por el alquiler de las cadenas pagamos sólo 25. Jauéva, no solamente se fijan si tenes las cadenas, también te obligan a poner una para que les demuestres que en caso de necesitarlas vas a poder solito. Conclusión: la cadena era chica. Tuvimos que volver a cambiar la cadena, la probamos ahisito mismo por las dudas y luego la tuvimos que volver a poner en el punto de control. Sip, además de aprender a manejar, a cambiar una rueda pinchada, aprender qué es el radiador y otras yerbas automovilísticas, aprendí a ponerle cadenas para la nieve a las ruedas. Como era de esperar, claro, nos retrasamos dos horas y jamás tuvimos la necesidad de ponerle las cadenas al auto en el camino, pero como dice la gente, better safe than sorry.

Llegamos a los fiordos con lluvia, buscamos el pasaje más barato para el paseo en barco y ta (como dicen en Uruguay). Vimos paisajes buenísimos, pinguinos, focas y delfines que iban siguiendo al barco. Nos cagamos empapando porque… bueno, porque queríamos en realidad, porque estabamos avisados que podía saltarte agua. Además, taba lloviendo, era lógico que si ibas para afuera te ibas a mojar. El costo fue salado, pero la verdad que lo valió.

De ahí, a Queenstown, que es donde estamos ahorita. Ciudad de ski y snowboard, bastante linda pero debo decir que no de lo más lindo que vi en la isla. Mañana pal norte al glaciar Franz Josef.

Haere ra!

domingo, 15 de agosto de 2010

Hasta Luego

Nota: gente, prometo responder los mails, pero no ahorita. perdón por la tardanza, hacía días que no me conectaba.


La vida en Rakaia es puramente funcional. Nos quedamos acá porque estamos cerca del trabajo. El pueblo es lo menos emocionante que vi en mucho tiempo, pero sin embargo es agradable. No nos quejamos, pero la funcionalidad está llegando a su fin.

El sábado se nos fue Marita. La nena se fue para Tailandia con dos de las otras uruguayas y dejó a la amiga con la que vino en Blenheim (recordemos Blenheim, la ciudad de la que escapamos inventandole al indio que teníamos un amigo internado en Cristoiglesia). Lo loco es que esta muchachita deja todo para último momento. Sí, sí, mis padres deben estar diciendo “justo, mirá quien habla” luego de leer esa última línea, pero juro que ella es peor. Resulta que su pasaporte estaba en Wellington porque lo mandaron para allá para tramitarle la visa. El trámite de la visa y las vacunas pertinentes se las dio dos semanas antes de partir. El martes recibió un mensaje de la embajada de Tailandia diciendo algo que no logramos decifrar porque la grabación estaba entrecortada. Cuando llama al día siguiente le dicen que le había faltado mandar un sobre para que le mandaran el pasaporte de vuelta. Sip, no le mandaban las cosas porque no había mandado un sobre. Un amigo de Guillermo que está en Welli les llevó el sobre, pero no era el sobre rojo que ellos pedían. Por lo tanto la chiquilina tomó sus petates y se tomó un avión a Welli para buscar su pasaporte para luego volver a Rakaia. Creemos que es la visa más cara de la historia.

El sábado a la noche la fuimos a acompañar al pescado de Rakaia (una fuente fulera que está a tres cuadras de donde vivimos) porque es por donde pasaba su micro para llevarla a Christchurch. Habíamos confirmado por teléfono que el micro paraba ahí… Resumiendo, el micro pasó de largo y paró en otro café que no era el que está frente al salmon. Tuvimos que correr al micro. El conductor: una pinturita, nos apuró mientras saludabamos a Mara porque tenía gente viajando desde Queenstown. Gordo forro, primero llegá a tiempo vos, después decile a la gente con la que trabajas que no parás donde ellos dicen y después si querés apuranos.

El domingo (oh zi, tuvimos fin de semana entero, el sábado no trabajamos por primera vez desde que arrancamos) nos fuimos a Akaroa. Terminamos los cuatro encantados con el pueblo y estamos barajando la posibilidad de pasar unos días ahí la semana próxima. Luego les mostraré fotos.

Este domingo estaríamos dejando la casa de Rakaia. Los chicos terminaron de trabajar el viernes pero yo sigo un par de días más, quién sabe hasta cuando, porque mi sector es el último en terminar.

pd: como el post fue medio pedorro, les dejo un link para que lean más pedorradas: http://from-now-on-and-on.blogspot.com/

entren, entren que escribí un cuento

viernes, 30 de julio de 2010

Diccionario 2.0

Nota: Este post puede que no le interese a casi nadie salvo a gente como yo o quizá docentes del inglés y sus derivados. Dada la escasez de novedades, y ya que me veo obligado a postear algo para mis fieles seguidores (????)... les presento la segunda versión (porque la primera versión se fue con mi laptop anterior) de mi investigación sobre el inglés de kiwilandia. Cualquiera de ustedes que luego escriba un paper con mi material se las va a tener que ver conmigo y con una guadaña con la que le voy a sacar los ojos, ok? (como si a alguien le interesara...). Ahora, cualquiera que quiera aportar para que yo siga con mi investigación comparativa en Australia y luego en otros países de habla inglesa, mi cuenta bancaria, al igual que mi corazón, está siempre abierta para ustedes. Jijiji

Por cierto, nótese que lo que van a leer a continuación (si es que llegan a quererme tanto como para leer hasta el final) es sólo un borrador que necesita ser pulido.


Diccionario Inglés-Kiwi, Kiwi-Inglés 2.0

De la pronunciación:

La pronunciación del inglés kiwi puede variar un poco de la que todos aprendimos como estudiantes del idioma, por ejemplo, /pi:n/ no es una exageración de la pronunciación de los pinches que la gente se engancha en la ropa que conocemos como pin, sino que significa “pen”, lo que usamos para escribir. La palabra “weekend” se pronuncia /’wi:kInd/ y /ri:d/ no es el verbo “leer” sino el color rojo. /si:ks/ no significa el número seis (otra vez, de forma exagerada), /si:ks/ es lo que hacen dos personas en la cama, if you get my meaning. /i:g/ es la pronunciación de “egg” y /ti:n/ la pronunciación de “ten”. Si uno le pide a un kiwi que diga la palabra “whatever” o “never” seguramente obtendremos algo así como /wAti:v@/ o /ni:v@/ respectivamente y las afirmaciones se pronuncian /ji:s/. Entonces podemos decir que, generalmente entre dos consonantes, el sonido /e/ se intercambia por /i:/.

Aunque no tan generalizable, otra cuestión bastante llamativa es la elisión de ciertos sonidos en palabras como “only” donde el sonido /l/ se pierde derivando en /@Uni/.

Linking /r/: hay una tendencia bastante general, incluso en los medios masivos, de utilizar la linking /r/. Ojo, a no confundir con la intrusive /r/, profesionales del idioma. Un ejemplo que logré acordarme de la radio es “I just want to buy a cake, icing sugar and banana/r/on top”

De la gramática:

El ”aye” pueblerino de la época de la revolución está en voga entre el pueblo neocelandés. Este “aye” que se pronuncia /ei/ no conserva el mismo significado en general que en las épocas de antaño, ya no reemplaza al “yes,” sino que reemplaza a las question tags. Entonces, alguien en el normal uso del inglés diría por ejemplo “You did it, didn’t you?” pero un kiwi diría “you did it, aye?”. Haciendo un paralelismo, el “aye” vendría a ser como el “right” para los estadounidenses, ya que reemplaza a todos los auxiliares + persona. That’s easy, aye? Una característica que retienen estas formas reducidas de las question tags son los tonos que asignan un significado extra a la misma. Los rising tones piden confirmación, mientras que los falling tones la demandan.

El pronombre posesivo (his, mine, yours, theirs, etc) suele ser reemplazado por la combinación adjetivo posesivo + pronombre ‘one’. Ejemplo: “I can’t find my pen” “Don’t worry, you can use mine”, “You can use his/hers”, “You can use ours”, se reemplaza comunmente por “You can use my one”, “You can use his/her one”, “You can use our one.”

Las comparaciones conformadas por la estructura as + adjective + as + noun phrase (e.g. He is as fat as an elephant.) perdieron la mitad de su estructura: la nueva combinación consiste en adjective + as. Por ejemplo, si uno se cruza con una persona tan tan fea como pisar mierda descalzo, puede perfectamente exclamar “She’s ugly as!” o si, en cambio, nos cruzamos con alguien a quien le faltan un par de caramelos en el tarro, podemos decir que esa persona es “crazy as” sin ninguna necesidad de completar la comparación. El resultado es una mera enfatización de la característica designada. (Sweet as, ver léxico)

El pronombre “you”, todos sabemos, tiene una sola forma pero dos significados: uno singular y el otro plural. Obviamente no es un uso que podríamos describir como well-educated, pero que es comun, sobre todo en la isla sur. Si una persona se dirige a dos o más, es normal escuchar algo así como “how are yous?”

Del léxico:

“Sweet as” es una frase estandarizada que ya forma parte de la cultura kiwi y de los estampados de algunas remeras. Esta frase vendría a significar algo así como “great!”. Ej.: - You can keep that shirt if you want.
- Sweet as!

Otra palabra muy común es “cheers” que se usa intercambiadamente con el significado “gracias” o “de nada”.
Ej.: - You can keep that shirt if you want.
- Thanks!
- Cheers, mate.
“Mate” es otra que rankea en el top 10 de las más popus junto con “bro” (brother). Un intercambio inventado pero bastante plausible en Nueva Zelanda sería:
- Hey, what’s up, bro?
- Not much, what are you up to?
- Oh, I’m heading off for a beer now.
- Sweet as, bro. Enjoy!
- Cheers, mate!

En forma escrita estos intercambios tienen el condicionamiento característico de los mensajes de texto:
- Hey, sup, bro?
- Not much, wot u up to?
- Off 4 a beer now
- Sweet as, bro. njoy!
- Cheers, m8!

Una forma de indicar que uno considera que la forma de actuar de otra persona es, no sólo válida, sino acertada y de nuestro agrado es usando la frase “good on you!” No hay persona en la extensión de Nueva Zelanda que no use esta frase junto con el “what you up to”, el “sweet as” y el “cheers”.

Una palabra que no es tan común pero generalmente se dice que lo es, es la palabra “ta” que es una reducción de la palabra “thanks”. Es más común en la isla sur que en la isla norte de Nueva Zelanda.

Si alguien tiene ganas de hacer algo, lo más común no es preguntar “do you feel like…” o “do you fancy….”, sino el uso de la palabra “keen” que todos conocemos pero que nadie usa. “Are you keen on coming over?”

“Reckon” reemplaza casi en su totalidad a la palabra “think”. Kiwis don’t think, they reckon.

“Cool” es una palabra que siempre asociamos a la cultura adolescente, pero que en estas tierras la usa cualquier hijo de vecino sin más. A veces en reemplazo de la palabra “great” y otras veces en reemplazo de la palabra “gracias” o la frase “de nada”.

“Wee”, una palabra que nosotros asociamos únicamente al motherese o teacherese talk, es más popular que las palabras “tiny,” “small,” “little” y demás. Si uno quiere que otra persona considere junto a un grupo de individuos algún tema en particular, les puede decir “have a wee talk about it and let me know”. A wee person es una persona pequeñita, y a wee moment es un ratito.

Si una persona hace algo que pueda perturbar a otra de forma no intencionada y se disculpa, el afectado puede contestar “you are alright!” en lugar de “that’s ok” o “don’t worry”.

sábado, 17 de julio de 2010

Beelzebub

Como les decía, y como bien decía mi prima en su mensaje, el trabajo apesta, de lo contrario no sería trabajo. Pero siendo trabajador de Van Zanten (para los fonéticos: /vaen zeintn/) uno se da cuenta de que algunos trabajos apestan más que otros. Van Zanten, por cierto, es la empresa en la que trabajamos empacando bulbos de flores. Es una empresa Holandesa que yo me di al trabajo de rebautizar Van Satan (por eso explicaba la pronunciación), porque me imagino que si hay infierno debe ser algo parecido a esto: hacer el mismo movimiento durante 8 horas y media, es decir, ser un engranaje de una cadena de producción al mejor estilo Tiempos Modernos (recuerdan a ese señor Chaplin que ajustaba tuercas en una cinta transportadora? Sí, ese!).

Por lo menos el ambiente es bastante agradable en cuanto a lo social. Hay gente de distintos lugares del mundo y, por lo menos por ahora, son todos gente piola. Yo trabajo en una máquina empacadora propiamente dicha en donde un Checo (cuyo nombre creo que es Peter) se encarga de vaciar los cajones con bulbos sobre una cinta transportadora, le pasa el cajón vacío a una Australiana de unos 50 y largos (cuyo nombre es Cheryl) que le pone una bolsa adentro como si fuera un tacho de basura, le pasa los cajones a este humilde Argentino que les escribe (cuyo nombre es Fabio), que recibe los bulbos (luego de un tratamiento con químicos dentro de la maquinola, que a su vez les va tirando tierra encima) para acomodarlos en el cajon y que entren cómodamente. El sudaca le pasa el cajón a una Filipina (cuyo nombre es Vivian, pero que debe ser una mala traducción de algo así como Ho Chiu o Chow Mien) que cierra las bolsas y les pone la tapa a los cajones, luego los pone en otra cinta transportadora que los lleva hasta un flaco semi-Maori (cuyo nombre después de tres semanas me enteré que era Kevin) o un Maori (cuyo nombre es Garry y que opina que yo tengo un flash name) -según el día, a veces el semi falta y lo reemplaza el otro- que los acomoda en un pallet. Los chicos (Mara, Federico, Guillermo y Matías) pasaron de la cleaning belt al packing, pero están en otra máquina distinta.

También hay dos kiwis trabajando alrededor que son el jefe y la que viene después del jefe. El jefe se llama Marty, pero pasó por nombres como Marvin y Martin hasta que me enteré por alguien con mejor inglés que la Filipa que no era ni uno ni el otro. La señora debo confesar que no sé como se llama, pero definitivamente no se llama ni Eva ni Lena porque no responde a ninguno de esos nombres…

Hoy, entre tantos pensamientos irracionales que uno tiene cuando no tiene otra cosa que hacer mientras trabaja, me puse a pensar que era raro que después de tres semanas no haya descubierto ningún conventilleo, porque, vamos, siempre hay algún puterío en todo ámbito laboral. Lo loco es que uno piensa esas cosas justo en el momento indicado. Después del almuerzo (la gloriosa media hora) le pregunto a Cheryl que había pasado con John (un gordo buena onda y gracioso que maneja un forklift y que se encarga de traernos los pallets con bulbos) que no lo había visto después del primer smoko, y ella me cuenta que Anton, un holandés que es el capo del lugar, había estado toda la semana torturandolo psicológicamente y terminó por cansarlo cuando le dijo que era demasiado lento, así que renunció. En palabras de Cheryl (por favor que esto no salga de acá) Anton es un crap manager. Y si ella lo dice, que está ahí hace 7 años, yo le creo.

Ah, bueno, también nos mudamos de Ashburton a Rakaia, que es donde está la fábrica. Alquilamos entre los cinco (Mara, Federico, Matías, Guillermo y yo) una casita simpaticona, nueva y cómoda a 10 min del trabajo. O sea que ya no tenemos que lidiar con no encontrar una cuchara limpia para revolver el té en la taza que acabamos de lavar porque no había ninguna limpia cuando llegamos de trabajar (????????). Por lo menos no tenemos que lidiar con la presencia de personajes nefastos, ni con el viaje de ida y vuelta al trabajo, ni con la señora dueña mala onda del hostel. Eso. Nos. Pone. Contentos. :)

Hace un frío del orto generalmente, al punto que todos nos vestimos con dos de cada cosa: dos pares de medias, dos buzos, dos remeras, and so on and so forth. A la mañana solemos tener que echarle agua tibia al vidrio del auto para que se descongele, pero son detalles menores.

Me despido hasta la próxima aunque no sin antes felicitar a todos los que ahora tienen la opción de casarse en Argentina. Eso. Me. Pone. Contento. :)

sábado, 3 de julio de 2010

Soy docente; fabrico flores

Si yo fuera español el título sería “Soy docente; fabrico capullos” y sería mucho más gracioso el doble sentido. Cachai? De todas formas, no, no es lo que están pensando, no es una metáfora de lo recompensante del trabajo tan digno que es la docencia, es más bien algo literal. Pero ya llegaremos a esa parte. Primero tengo que resumir lo que me quedó pendiente de las anécdotas buscatrabajiles que ya quedaron redundantemente flotabundas.

El día después de darle de comer a mi ego me fui contento a seguir con mi recorrido de institutos para dejar mi cv que por suerte fue bien recibido. No hay muchos highlights, salvo una situación en uno en el que pasó más o menos lo siguiente:
Yo: vengo a dejar mi currículum por si necesitan profesores de inglés
Señora 1: nosotros entrenamos profesores de inglés…
Yo: ah, bueno, entonces no me van a necesitar a mi
Señora 1 y señora 2: jajajajajaja
Señora 1: puedo ver tu currículum?
Yo: sí, claro
(lo mira con bastante interés)
Señora 1: tenes bastante experiencia, con que edades trabajaste?
(me ahorro la explicaciíon que doy siempre de las edades y los distintos ambitos laborales. Señora 1 le pasa mi cv a señora 2)
Señora 1: que bueno, y cuantos años de experiencia tenés?
Yo: cinco
Señora 2: ah, pero podríamos probar pasar este cv…
Señora 1: sí, pero no porque acá piden gente con 20 años de experiencia y el CELTA…
Señora 2: es una lástima
(luego la señora se me puso a hablar en italiano porque mi cv dice que sé italiano básico… charlamos un rato y nos dijimos que había sido un gusto, e eu me fui para el segundo piso que había otro)
En resumidas cuentas, mucho ego pero poco trabajo. El último día de recorrido de institutos fue bastante frustrante, pero sin embargo hubo un par de buenas ondas. Varios me ofrecieron tenerme en cuenta como relief teacher para cuando se enfermara alguno, faltara otro, etc etc. Ahora, las golondrinas tardan en piar y yo volé. El lunes era un potencial día de recorrido de los institutos que estaban en las afueras de Christchurch, así que agarré los cvs, el auto y me fui al primero de los cinco que me quedaban en toda la ciudad. En eso me suena el teléfono, y claro, como no tengo manos libres ni ganas de morir chocado por atender, me hice a un lado y le devolví el llamado a Fede, que se comunicaba conmigo para decirme que dos argentinos que estaban haciendo housekeeping con el habían conseguido 5 puestos en un packhouse. El razonamiento fue: me termino de comer la plata que me queda acá mientras sigo buscando que salga algo o me voy al carajo a hacer unos mangos en un packhouse? Ya saben la respuesta. En febrero fuimos hijos de Hitler, en Julio somos hijos de Taylor y hermanos de la prooducción en cadena.

Qué empaquetamos? Bulbos de Lilas. El proceso es bastante interesante, pero no lo voy a contar porque no me viene en gana. Los chicos están trabajando juntos en una de las cintas transportadoras, tienen la suerte de poder charlar y hasta incluso tienen juegos ñoños que practican mientras sacan los brotes de los bulbos. A mi los primeros días me pusieron en otra parte de la cinta, también realizando la misma tarea, y luego me pasaron a la parte del empaquetado, donde no tengo un segundo de descanso a menos que se acabe la tierra que tira la maquinola o tengan que cambiar de variedad de bulbo. Por suerte la gente es bastante agradable, hay mucha gente mayor y una señora que trabaja en mi sector de vez en cuando nos regala chupetines.

Estamos en un pueblo que se llama Ashburton y trabajamos a unos veintipico de kilómetros en un pueblo que se llama Rakaia. Por el momento estamos buscando casa por varios motivos: 1. Es más barato. 2. Es más cómodo. 3. Es más cerca y nos ahorra el viaje matutino y unos varios litros de nasta. Veremos que sale.

sábado, 26 de junio de 2010

Alimento para el Ego

Como les contaba, luego de saludar a Mara por segunda vez, me fui a hacer las fotocopias de mi CV y empecé a recorrer los institutos. La primera parada fue en un lugar que era nada más y nada menos que una universidad o algo por el estilo. Cuando llegué y me encontré con semejante edificio tuve que pensar dos veces antes de entrar, pero me dije “total, que hay que perder?”. Me metí nomás, me acerqué hasta informes y le pregunté a uno de los señores “ustedes tienen cursos de inglés acá, verdad?” y muy amablemente, con evidentes ganas de llenar un formulario para enrolarme en alguno de los cursos, me contesta: así es. Lo corté en seco y le dije antes de que pudiera seguir pronunciando palabra: genial, porque vengo a dejar mi currículum por si necesitan profesores de inglés. Lejos de transformársele la cara en algo parecido a la parte del cuerpo donde nos sentamos me respondió que eso debía hacerlo en la oficina de recursos humanos, y me indicó como llegar hasta ahí. Hasta el final del pasillo, para arriba por las escaleras, a la izquierda y a la derecha en el primer pasillo. Una señora me invitó a llevar mi CV a la planta baja y yo decliné su invitación explicándole que en planta baja me habían indicado su oficina. No me recibieron el currículum porque no tienen “hard copies” en las oficinas y las aplicaciones se hacen por medio del sitio web, así que la nueva invitación fue para que estuviera atento a lo que se publicara en la página y pudiera enviar mi CV desde ahí cuando surgiera alguna oferta laboral.

El segundo lugar al que fui (a este le tenemos fe, ya van a ver por qué) llegué casi de noche - en esta época del año anochece a las 5.30 pm -. Le digo a la japo de la recepción “genki desu ka, chabona? Todo biento? Te vengo a dejar el currículo, te vengo” y me mira con cara de “que cojones???”. Le explico que soy profesor de inglés calificado y me pregunta de qué país era, cuando le respondo sale una señora de la sala de profesores, una mujer en sus cincuentas, bajita, de contextura robusta y piel semi-morena. Esta buena cristiana, que no sufría de enanismo ni problemas tiroidales, me dice en castellano: de dónde?? De Argentina, y usté, le dije yo, argentinísimo. De Perú. Wachi waaau, la tipa está acá desde hace 25 años, es profesora de inglés, claro, y tiene unos cuantos titulos de cursos ñoños. Me hizo pasar a la sala de profesores para charlar con ella (que por cierto es la directora de estudios) y, en síntesis, le gustó mi CV y me elogió el inglés - lo que siempre viene bien para el ego -. Me dijo que no había ningún cargo por el momento, pero que si necesitaba relief teachers (profesores de inglés y similares, atentos al término “relief teacher”) me iba a tener primero en la lista, y que hace tiempo viene pensando en abrir un curso de español, que de hacerlo le gustaría que empezara dándolo yo. Más que chocho por tanta lata me fui al tercero, que no existía. Pero a quién lo importaba si el tercero no existía, ya el buen humor se me embotellaba en la garganta.

El cuarto fue todo un episodio aparte. Un señor en sus sesenta y tantos en la recepción, con un aspecto lejos de ser secretario, rodeado de un quilombo padre, me recibe, me hace esperar, me hace sentar, me hace esperar de nuevo, me presenta a una señora, me habla. Le cuento cual es el fin de mi visita, le entrego mi cv y cover letter, ojea ambas cosas y luego de pensar largo y tendido me explica algo que yo escucharía más seguido que los ronquidos del malayo que duerme en la cama de arriba de la mía: no hay mucho trabajo ahora porque no hay demasiados alumnos, entonces no te puedo ofrecer un cargo. Al leer la cover letter tenemos una interacción parecida a esta:

Viejo: did you write this?
Yo: (pensamiento Ally McBeal: DUUUUH, no, le pedí a mi hermano que es licenciado en psicología solo de hobby y lo conocen en los pueblos de habla inglesa como Mr Felicity que me lo escribiera) Yes, of course I wrote it.
Viejo: it’s very well written, I cannot find any grammar mistakes
Yo: (pensamiento AMB: waaaaaaa, posta????) I hope not!
Viejo: and there are no ambiguities either…
Yo: (pensamiento AMB: este me toma por pelotudo?) I know, I proof-read everything I write, even when I write in my mother tongue.
Viejo: the only thing… is… “disposal” means “get rid of”
Yo: (pensamiento AMB: síp, me toma por pelotudo) I know, but there’s a second entry
Viejo: you mean like a second meaning?
Yo: yes
(pasa la señora que me había presentado minutos antes y se pone a buscar algo en la computadora. Interviene.)
Señora: well, actually you could use the word disposal in that case, but it would mean you have all the time available for the other person, it’s better if you say “at your convenience”
Yo: (pensamiento AMB: and the difference would be….) ok, I have learned something, thanks! (sonrisa falsa)
Viejo: well, I’m only telling you this because you are a teacher, if you were a student I wouldn’t even mention it.

La cuestión es que luego de buscar algo para corregirme, porque los profesores de inglés somos una raza aparte que necesita buscar el error en algo y hacerlo resaltar para desquitarnos con nuestros alumnos haciéndolos pagar por lo que sufrimos nosotros cuando estudiantes (nothing personal, Sandra. Nothing personal, Andrea), me preguntó si hablaba bien español, le respondí con un simple “I should, it’s my mother tongue” acompañado de una ceja levantada, y me ofreció mirar la página del instituto y que le pasara un presupuesto para hacerle la traducción al castellano. Le agradecí y me fui cantando a buscar mi merienda.

(continuará…)

martes, 22 de junio de 2010

Análisis Sintético

Nota: La siguiente entrada de blog fue escrita pura y exclusivamente en castellano para evitar malos entendidos, embarazos no deseados y pérdida de memoria por contusiones auto infligidas.
Post Nota: Recuérdese siempre leer este blog con humor. Nótese el recurso del sarcasmo. (eso va sobre todo para vos, madre, que vas a pensar que estoy deprimido y tirado en una alcantarilla llorando y desplegando lástima, y náa que ver, gordi!).

Todo comenzó cuando un buen día mi queridísimo amigo del alma Alejo terminó por convencerme a sumarme a “un año en el exilio” como lo llama él. Vinimos con la promesa gorda de una América en miniatura en donde hasta los latinos podíamos trabajar de casi cualquier cosa siempre y cuando nuestro nivel de inglés nos acompañara. Pero no todo esto es culpa de él (Ale, te queremos!), también tenemos que agradecerle a Silvia, la gorda puta de la empresa de viajes, que nos vendió espejitos de colores (gorda puta, a vos sí que no te queremos). De todas formas nosotros somos bastante pelotudos por haber comprado los espejitos, verdad? Somos gente grande y con uso de razón. Pero (tantos “peros” siempre…) la idea era tener la experiencia, y la estamos teniendo. No todo es color de rosa, o celeste, o naranja, pero (otra vez) tampoco todo huele a mierda.

En Nueva Zelanda hemos hecho cosas que nunca imaginamos que haríamos, a saber: desplegamos, atamos, corrimos, sacamos, y doblamos lonas refractarias; podamos árboles de pelones; atamos ramas de manzanos; buscamos trabajos de ingenieros industriales, de primeros ministros, de capitanes de balsas improvisadas para traer samoanos ilegales y hasta de lavacopas; juntamos kiwis; y estuvimos a punto de podar viñedos. En Cristoiglesia improvisada los tres empezamos a trabajar por “acomodación” como dicen algunos latinos, es decir, limpiamos inodoros, hacemos camas, aspiramos polvo que no le llega a los talones al de Colombia, y limpiamos cocinas recubiertas por gruesas capas de mugre, y todo por la módica suma de una cama y, en mi caso, un chegusán. Alejo consiguió trabajo en Telstra, como sabrán si es que siguen su blog, que es una compañía de telecomunicaciones. Su rol es de atención al cliente, lo cual no es tan malo porque acá la gente difícilmente te putee por teléfono por las inoperancias de la empresa. Hoy empezó el training y no volvió muy contento, pero cuando empiece el trabajo real y a cobrar confío que le va a cambiar el ánimo.

Con Fede conseguimos un trabajo puerta a puerta para reclutar colaboradores para Salven a los Chicos (vieron que bueno que soy que se los traduje?) y no lo tomamos. Fede tuvo su segunda prueba en el local de souvenirs y le avisan recién mañana qué es lo que pasa. Yo por mi parte me fui con Mara, una chica uruguaya con la que trabajamos en el otro hostal, al hospital de Christchurch para romperles las pelotas a los de limpieza para que nos den trabajo limpiando coágulos de sangre y pedazos de hueso de los quirófanos.

A Mara la heredamos cuando las 3 amigas uruguayas se fueron para Blenheim (la ciudad de la pocilga de la cual huímos) a hacer unos mangos. La más grande de estas chiquilinas tiene 19 años; terminaron el secundario y se mandaron para el lugar que mi madre denomina como “el otro culo del mundo”. Las conocimos en el hostal donde trabajaba Ale, que es donde ahora trabajo yo. Después trabajamos con ellas en el otro hostal y compartíamos cuarto con dos de cuatro. La cuestión es que Marita se quiso quedar y así lo hizo. Qué ovarios para sus 18 años! Nos fuimos los dos al hospi y nos atendió el mismo chinito que nos había dado los formularios la primera vez, sólo que esta vez puso cara de “otra vez acá!?!?!?). Pos claro, m’hijo, a mi me dijeron que acá había que insistir, yo entonces insisto. De más está decir que no había nada disponible.

Luego de este micro episodio nos dividimos, yo me iba para un lado a hacer fotocopias para repartir en los institutos, y Mara se iba para el otro lado a repartir en locales. El problema más grande que tiene este país es la carencia total de guías T. Yo emprendí el camino hacia la fotocopiadora en un rumbo 90 grados opuesto al de Mara para darme cuenta dos cuadras después que los 90 grados habían devenido en 0 cuando me encontré con Mara otra vez en una esquina. Hice mis fotocopias, agarré mi mapita, la birome roja que ya es famosa por la cantidad de 2 que escribió, mi listita de institutos de inglés, y empecé a caminarlos.

(continuará…)

martes, 15 de junio de 2010

Cartero!

papis y mamis:

ya me habias dicho, ma, que lila no habia ido. y tambien que augusto tenia que arreglar la computadora.... pero que se apure! decile que no vaya al local de computacion que queda sobre la que le sigue a triunvirato yendo para boli, porque el tipo es inflacionalmente fome. creo que ya le dije a el igual.

aca no es el domingo el dia del padre. viste que hace un par de meses fue el dia de la madre... tienen otras fechas.

hoy tuvimos la entrevista/trial para el laburo este. alejo la tiene el lunes, porque nos llamaron a los tres, pero el tiene otra entrevista para un trabajo que le interesa mas por medio de la reclutadora con la que laburo en auckland (ergo, tiene buenas referencias), entonces lo pospuso para el lunes porque si le sale este trabajo le avisan el mismo viernes despues de la entrevista y a los otros los manda a freir carne sudafricana. el trabajo es para juntar gente que done plata para save the children, una organizacion de caridad que rescata a los niños de la prostitucion infantil y de que los entrenen para soldados desde los 7 años, y que esta en mas de 120 paises en todo el mundo construyendo escuelas y redes de agua potable para eliminar las enfermedades como la disenteria y so on and so forth... como veras, medio como que nos quemaron la cabeza con el speech. hoy estuvimos como pelotudos siguiendo a la persona que nos tenia que "entrenar" para ver como era que hacian el trabajo y como se manejaban con la gente. conclusion: 6 horas y media caminando sin paga. nos dieron el trabajo. es por comision, pero aparentemente es generosa. el laburo es una garcha y hay que caminar todo el dia y venderle a la gente que bla.... pero literalmente venderle... veremos si lo tomamos o no. les dijimos que mañana no ibamos por lo pronto (porque querian que empezaramos mañana) porque teniamos que avisar en el hostel con anticipacion que no ibamos a hacer mas housekeeping por alojamiento (mentiiiiira), pero en realidad la idea es ver si sale algo mas, presionar un poco mas por otros lados y si sale algo mejor, mandarlos a freir carne de kiwi disecado.

a mi me toco con un frances que esta aca hace 2 años y a fede con una kiwi. lo primero que dijimos cuando nos fuimos de ahi fue: boludo, son los flanders! y si, eran tan insoportables que daban ganas de sacar un canuto y meterles un kilo de plomo en medio de la jeta. aparentemente la chabona le decia a fede que sonriera todo el tiempo y que tuviera cuidado con su lenguaje corporal. yo por lo pronto pase la primera parte del dia intentando entenderle al franchute que carajo me estaba queriendo decir o en que coños consistia el speech que le daba a la gente. era realmente un aparato, pero de esos que dan verguenza ajena, y encima yo tenia que estar al lado de el.

no mucho mas por contar....

ah, mañana se van los hediondos del cuarto y planeamos hacer una limpieza profunda con el holandes que queda en la habitacion para eliminar los olores impregnados en la alfombra y las cortinas. yay!

aioo!

viernes, 11 de junio de 2010

Cristoiglesia en breve

Llegamos a Christchchurch un miércoles por la noche luego de manejar varias horas en la oscuridad que nos hizo perder unos, creemos, paisajes superinteresantes, y luego de hacer varias paradas en el camino para tomar café y estirar las piernas para no perder el control del volante. Christchurch nos recibió de madrugada con la ansiedad de lo nuevo y la alegría de habernos ido de ese antro de mala muerte. Nos hospedamos en el Base ya que nos quedaba una noche paga desde Wellington y pasamos los primeros dos días caminando de hostel en hostel para conseguir trabajo a cambio de alojamiento y ahorrarnos una plata necesaria. Finalmente conseguimos trabajo de housekeeping, que no es otra cosa que ser un mucamito con cama adentro pero sin sueldo. Por lo pronto seguimos en la búsqueda de empleo pago, porque queremos dejar de ser mucamitos y juntar algo de plata. Aparentemente tenemos el karma de estar siempre en el lugar correcto pero en el momento equivocado. Es decir, llegamos a un lugar generalmente antes de que empiece la temporada de lo que sea. En Auckland estaban de vacaciones, en Hawke’s Bay la temporada se había retrasado por el clima, lo mismo que en Hawke’s Bay nos sorprendió en Bay of Plenty con los kiwis, y ahorita, Cristo Iglesia está en temporada baja y los trabajos no abundan.

Recibimos noticias de que tenemos que irnos más al sur a una ciudad que se llama Queenstown. El problema es que no sabemos si es una fantasía colectiva que quedó en la mente de los kiwis pre-recesión o si realmente es posible encontrar trabajo allá, ya que cuando buscamos avisos en la zona sur no aparecen más que ofertas para chefs con 32983 años de experiencia en la cocina o managers de todo tipo y tamaño con otro tanto de experiencia en su area.

La ciudad es muy linda. Tiene construcciones viejas bien inglesas y otras no tanto. La temperatura es más baja que al norte, obviamente, y aparentemente estamos esperando que el lunes caiga nieve. Hoy por lo pronto fue un día bastante cálido y realmente no hay mucho mas que contar más que lo que ya conté.

Salú!

sábado, 5 de junio de 2010

Christchurch Improvisacional

PRIMER ACTO

Llegan tres hombres a la ciudad de Picton en un ferri luego de pasar unos días en Wellington. Se embarcan en un viaje corto por tierra en auto para llegar a Blenheim, la ciudad del pruning de viñedos. La llegada pasa sin pena ni gloria, tanto para la ciudad como para ellos. Buscan un refugio. En el camino encuentran una seguidilla de hostales y paran en cada uno para preguntar el precio. Pasan por un último sobre la mano derecha (recordemos que en Nueva Zelanda, donde esta obra esta situada, se maneja por el lado izquierdo) y FABIO, el conductor, se lanza para ese lado y estaciona. ALEJO baja del auto para hacer las preguntas pertinentes y FEDERICO permanece sentado.

ALEJO: Ya vengo.

FEDERICO: Por qué no aprovechás y estacionás del lado correcto mientras?
(FABIO empieza a hacer marcha atrás.)

FEDERICO: Cuidado con la columna!
(Ruido de choque)

FABIO: Son cosas que pasan…
(Sale un hombre de una casa y se acerca a la ventanilla del conductor.)

SEÑOR: Está usted bien?

FABIO: Sí, claro.

SEÑOR: Estacionó del lado equivocado de la calle y luego se chocó con un poste de luz. Acaso usted no habrá estado… (señas con las manos simulando tomar de un vaso).

FABIO: Qué?

SEÑOR: Bebiendo.

FABIO: No! Claro que no!

SEÑOR: (al acompañante) Si yo fuese usted no lo dejaría manejar.

Nota: El conductor no está realmente ebrio.

SEGUNDO ACTO

Escena 1

Pasan dos días desde el acontecimiento. Los personajes consiguieron trabajo con un contratista de origen hindú que tenía como requerimiento hospedarse en su hostal para trabajar con él. El trabajo se iniciaría al día siguiente. Los personajes concurren al hostal donde son recibidos por la esposa del contratista para llenar los papeles necesarios. Se dirigen a la habitación donde se encuentran con un intenso olor ácido y rancio, y un buen señor de aspecto de exconvicto pero buenos modos. Hay seis camas marineras, una luz pobre y una ventana pequeña al fondo de la habitación. En la cocina hay dos canillas, un microondas y pocas vajillas y utensillos. Los personajes se ven afectados sobremanera, lo cual se nota en su expesión general y estado de ánimo. Vuelven al hostal luego de un día de matar el tiempo en la biblioteca del pueblo y un paseo por un supermercado que tiene como fin retrasar la vuelta a su morada.
(caras de asco y tristeza, en la cocina)

FABIO: (vuelve del baño) No hay papel higiénico en el baño, y el único baño que tiene papel higiénico no tiene traba.

FEDERICO: ¿Querés que te sostenga la puerta?

FABIO: No, quiero poder cagar tranquilo y poder limpiarme el culo, no pido tanto.
(FABIO sale de la cocina, vuelve a entrar)

FABIO: Chicos, la cocina cierra a las 8.30…

ALEJO: Qué, con llave?

FABIO: No sé, hay un cartel ahí en la puerta. Y saben que es lo mejor? El lounge area también cierra a esa hora.

ALEJO: O sea que no podemos ni ver tele.
(silencio. Se miran, deciden salir a tomar un poco de aire para calmar la desesperación. ALEJO y FABIO. FEDERICO permanece en la cocina por un momento)

ALEJO: Qué sentís?

FABIO: Cansancio. Mucho.


Escena 2

(Los personajes deciden cocinar apresuradamente para poder cenar antes del cierre de la cocina. Deciden cenar sus suculentos noodles en el auto. Es de noche. Durante la cena)

FEDERICO: Bueno, después de una semana, hacemos un poco de plata y vemos… nos podemos ir para Christchurch.

FABIO: Y si nos vamos ahora?

FEDERICO: Les parece? Podemos irnos a la mañana… Tenemos la semana paga acá.

FABIO: No importa, vámonos! Total…

ALEJO: (entre risas nerviosas) Saben qué? Tenemos la noche que nos quedó del Base de Wellington (el hostel de nombre Base). Jajaja

(TODOS ríen a carcajadas)

FABIO: Sí, chicos, cuando tuvimos que actuar de forma adulta lo hicimos. Ahora que podemos hacer algo alocado… vamonos a la mierda!

FEDERICO: Es verdad, nunca hicimos nada espontáneo. Pero que hacemos con la semana que tenemos paga acá?

ALEJO: Alguien se anima a pedirle reembolso al indio?

FABIO: Yo voy, le invento algo… alguien que me acompañe.
(FEDERICO y FABIO salen del auto, se dirigen a la casa del contratista que está
situada frente al hostal. Tocan timbre. Sale el contratista a la puerta. FEDERICO y
FABIO ponen su mejor cara de desesperación)

FABIO: Perdón por molestarlo a esta hora, tenemos un problema: nos tenemos que ir a Christchurch, nos acaba de llamar la madre de un amigo diciendo que nuestro amigo está en el hospital.

FEDERICO: Sí, tuvo un accidente.

FABIO: Necesitamos irnos esta noche.

CONTRATISTA: Pero… Ustedes acaban de llegar, no? Van a volver?

FABIO: Sí, llegamos hoy, ibamos a empezar a trabajar mañana, pero nos tenemos que ir de urgencia ahora. No sabemos si vamos a volver o cuando, creemos que sí, pero depende de cómo esté nuestro amigo.

CONTRATISTA: Ah, está bien…

FABIO: (cara de poker) Queríamos saber, como no nos quedamos ni una noche acá, si no nos podrían reembolzar aunque sea parte de la plata de la semana porque andamos cortos y lo necesitamos.

CONTRATISTA: Ah… sí, puede ser, a ver… (entra a la casa, vuelve a salir) Ustedes pagaron con EFTPOS (tarjeta de débito de NZ) ahora mismo no les puedo dar la plata porque la transacción de la cuenta de ustedes a la mía tarda. Les puedo devolver 70 dólares de los 90 y los otros 20 les quedan para cuando vuelvan. Se los transfiero a las cuentas de ustedes cuando me llegue a mí…

FABIO y FEDERICO: Genial, gracias!

FABIO: Perdón por la molestia, y gracias de nuevo. (sale en busca del equipaje)
(FEDERICO permanece charlando con el hindú finalizando la devolución de la llave a cambio del depósito. Los tres cargan las valijas al auto intentando contener la risa. Viajan de noche, intercalando el volante entre FABIO y FEDERICO. Hacen paradas de descanso, para comprar un café con los fondos recuperados del depósito de la llave, para descargar sus vejigas, etc. Llegan a Christchurch de noche luego de más de 4 horas de viaje llevando una exaltación notable por la decisión tomada. Se hospedan en el hostal Base por dos noches.)

lunes, 31 de mayo de 2010

The Big City, The Geek City

La situación se dio de la siguiente manera: conseguimos trabajo con un indio de nombre Amin juntando kiwis. La problemática: cuando llueve no se puede juntar kiwis. El resultado: trabajamos 5 días en dos semanas. Por suerte nos pagaron relativamente bien, incluso más de lo que esperábamos. Juntar kiwis es como arrancar la versión frutal de los murciélagos pero más claritos. Si vieran un árbol de kiwis en temporada de recolección me entenderían.

Nos fuimos de Te Puke el miércoles al mediodía adelantando un día la partida por… la lluvia y retrasándola unas horas porque a… Amin, que es un señor siempre alegre y con un inglés rudimentario al punto de ser cómico, se le había quedado la camioneta en la ruta por falta de nafta (me dicen boludo o mentiroso?) y, obviamente, no queríamos irnos sin nuestra paga. Manejamos durante horas bajo todo tipo de lluvias (suave, fuerte, más fuerte y más fuerte aun si es que eso es humanamente posible). Llegamos a Wellington, la capital de Nueva Zelanda, a la noche y… no hubo mucho que se pueda contar porque comer noodles e ir a dormir no es un relato que suba el rating del blog.

Resulta que Wellington es una ciudad bastante vertical a comparación de… bueno, a comparación de todas las otras en las que estuvimos. Tiene menos población que Auckland pero al estar más concentrada parece más grande y populosa. También es bastante más cultural y tiene un aire nerd (ahora cierra el título del post, no?). Sí, windy Welli es una ciudad nerd y nos gusta. En el centro hay unos cuantos bares de los cuales sale una música diferente de cada uno, hay muchos negocios como en cualquier otra ciudad, librerías, casas de empeño, restaurantes y todo tiene un aire medio geek.

El jueves fue día político; visitamos las tres grandes estructuras que conforman el parlamento de Nueva Chela: biblioteca, the beehive o ala ejecutiva, y the Parliament House. Una señora mayor nos guió y sintetizó la historia del parlamento, explicándonos simbologías tales como el significado del color de la alfombra entre otras. Finalizamos la visita presenciando parte de una sesión de los miembros del parlamento, que no paraban de gritarse cosas entre ellos mientras alguno intentaba exponer (me recordó un poco a la situación de una clase en un colegio secundario del estado). Para esta última travesía pasamos por un detector de metales y descubrimos, como quien no quiere la cosa, que en la mochila había un par de cuchillos de mesa (de esos que son todos de metal), por los cuales podríamos haber sido acusados de querer matar al Primer Ministro o de querer morfarnos a algún MP. Luckily, we got away with murder (not literally).

El viernes, que también llovió durante todo el día, fue día museico; fuimos al Te Papa, un museo superinteractivo de 6 pisos en donde hay de todo, desde la historia de New Chela hasta arte nacional, pasando por la supuesta integración e historia maorí. La joda del lugar es que es muy moderno y tiene miles de cosas en donde hay que meter mano, lo cual es ideal para… cualquier persona, aunque un nativo me dijo que le parecía medio infantil. A mí, por lo pronto, me encantó. Debo ser medio infantil pues.

El sábado fue un día tranquilo y lluvioso, paseamos un poco en auto, subimos al Mount Victoria, desde el cual no pudimos apreciar la vista de la ciudad porque llovía jodidamente fuerte. Y hoy, domingo, fue otro día relajado, en el que yo tomé la gran decisión de comprarme una laptop (gracias padre y madre por el apoyo moral y económico), que no es tan buena como la que me choricearon ni tiene todos mis archivos, música, películas y fotos adentro, pero esperemos que sea un buen reemplazo.

Mañana nos tomamos el ferri a la isla sur y probaremos nuestra suerte en el campo haciendo prunning por un tiempo para juntar unos mangos. Pero ese capítulo no se escribió todavía y el presente probablemente sea viejo una vez que se lo lea.

sábado, 15 de mayo de 2010

la tercera es...

En mi último post les contaba que habíamos decidido tomar la decisión adulta de elegir Auckland entre la encrucijada Auckland-Coromandel. Llegamos a Auckland en nuestro querido auto (manejé en Auckland, cosa que pensé que nunca haría porque es una ciudad grande, y descubrí que pelotudos al volante hay en todos lados), y nos reencontramos con nuestro querido hermano Lambfucker menor. Al día siguiente de la cena con los tíos nos fuimos a recorrer talleres en manada para demandar un arreglo medianamente costeable porque la idea de soldar la rajadura del radiador no nos terminaba de convencer. Luego del primer presupuesto de 440 dólares por la instalación de un radiador nuevo y varios llamados a distintos distribuidores de autopartes, habiendo descubierto en el camino que si el vidrio de tu puerta tiene marco hasta arriba de todo es importante para saber si el radiador disponible sirve para tu auto (¿??), encontramos a un señor que nos vendía un radiador nuevo por 220 dólares y llevamos a hacerle la instalación a otro taller por 50 dólares. Recuerden que siempre es importante saber el número de chasis al momento de llamar a su autopartes vendor amigo.

En esos 3 días que estuvimos en esa ciudad tan grande, Alejo estaba intentando decidir si venia con nosotros a viajar o se quedaba a seguir probando su suerte. La resolución fue irse con nosotros para buscar trabajo, por lo cual hubo otro cambio de planes: en lugar de irnos a Northland, volvimos a Bay of Plenty en busca del kiwi prometido. El motivo fue sencillo: sabíamos que acá estaban buscando gente porque aparentemente se fueron muchos del picking y teníamos amplias chances de conseguir trabajo.

Nos encontramos con Amelie y Clement, los de la rama francesa de la familia putativa, y nos dijeron que ellos estaban parando en una casa cerca de Te Puke por 80 kiwachos a la semana. Matanga! Nos vinimos con ellos a este lugar que es una especie de casa-hostel donde hay gente de varias nacionalidades, muy copados algunos, y donde el dueño, que viene un rato por día a la casa, es muy solícito y nos intenta ayudar para conseguir trabajo.

Tenemos como 3 ó 4 ofertas para juntar kiwis, pero nuestro timing (o nuestra yeta si se quiere) nos juega en contra: llueve desde que llegamos, y el kiwi se levanta cuando está seco solamente, así que no nos queda otra más que esperar. Ni lentos ni perezosos, nos fuimos a recorrer todos los packhouses de la zona para ver si necesitaban gente. Como siempre, algunos fueron soretudamente asquerosos, y otros fueron muy amables y nos pidieron los datos para ponerse en contacto con nosotros en caso de necesitar trabajadores.

lunes, 10 de mayo de 2010

Auckland by default

Resulta que luego de nuestra experiencia negativa con los electrodomésticos portátiles y la documentación en Napier (o sea, el choreo), nos íbamos de viaje. (Por cierto, recuperamos todo menos mi laptop, mi mp3, la billetera con 90 dólares de Fede y mi mochila. Lena y su amiga Jen nos regalaron un CD con fotos y a mi me compraron un mp3 para que tuviera algo de música, díganme si no tenemos motivos para quererlas con esa onda que tienen?). La partida se retrasó un par de días porque la situación en la que estábamos nos había dejado medio pelotudos y elegimos pasar un tiempo más en familia como para tranquilizar los ánimos. El itinerario consistía en manejar por la costa Este desde Napier hacia el norte, pasando por la península de Coromandel (de nuevo, pero llegar hasta la punta), Auckland, Northland y luego Auckland de nuevo para buscar otro trabajo. Todo fue bien durante la primera semana; conocimos Gisborne, la primera cuidad del mundo en ver el sol; llegamos a East Cape donde hay un faro que queda en la parte más al este del país; vimos pueblos y ciudades muy bonitas como Whacatane y otras no tanto como what’s-its-name; llegamos a Tauranga (segunda oportunidad) donde nos encontramos con Cristian y Luisa (los dos argentinos que trabajaban con nosotros) y rechazamos una oferta para juntar kiwis, y donde nos juntamos con todos los chicos del hostel de Napier para hacer una reunión entre copas.

Estando a punto de tomar la ruta para Coromandel, en una bifurcación sin carteles, yo me bajé del auto y fui corriendo hasta el primer cartel que apuntaba al lado contrario donde estábamos para ver si nos daba algo de información relevante. Cuando vuelvo al auto, pienso en voz alta y digo “hay olor,” a lo que Tui (Fede, que recibió ese sobrenombre por boca de Jen, y no precisamente por el pájaro que lleva ese nombre sino por la cerveza) me responde “a qué?”… Guess what! No en vano heredé la nariz de mi madre, es la segunda vez que huelo el radiador. Resulta que la rajadura que habíamos arreglado con pegamento (uno muy bueno la segunda vez) se siguió alargando y empezó a perder un poco de agua. Entonces decidimos, luego de afirmar que no somos gente adulta, que deberíamos actuar como tal por esta vez , y cambiamos el destino original para venirnos a Auckland con la idea de que podría salirnos más barato arreglarlo acá que en la península, donde no hay un choto.

Auckland nos abombó durante las primeras horas, pero la parte buena es que nos dio la oportunidad de reunirnos con el hermanito Lambfucker menor, Alejijou, lo cual nos puso muy contentos. También vimos a los tíos Martin y Andre, que nos invitaron a comer un salteado de pollo mooooy bueno cocinado por el primero. Mañana trataremos de finiquitar el trámite con el señor radiador, por el cual nos vacunarán con 3 cifras de las altas, y luego partiremos hacia Northland por un par de días. Y… veremos cómo se dan las cosas más adelante.

sábado, 1 de mayo de 2010

Emergencia

Este es un post de emergencia para describirles lo sucedido anoche.

Viernes 9.30 pm: entra Lena a la cocina con un reloj igualito al mio (el que me regalaste vos, Li) y pregunta si era de alguno de nosotros. Yo que soy tan rapido para los calculos mentales conteste "puede que sea el mio, pero me tengo que fijar en la mochila a ver si lo tengo, si lo tengo, entonces no es el mio, si no lo tengo entonces debe ser el mio" (DUUUH! dos mas dos...). Asi que me embarque en un rapido viaje hasta la habitacion para buscar mi mochila. Resultado: la mochila no estaba. Nuevo calculo mental: habre dejado la mochila en otro lado, quiza esta abajo, tal vez es esa mochila que esta en otro lado que no es donde la dejo siempre y que no es la mia porque es la de Fede... etc etc. Entonces miro sobre la cama y mi laptop tambien habia decidido desaparecer, como si mis objetos estuvieran evitandome.

Bajo corriendo a la cocina, le digo a Lena y a Niels "me robaron!" (pobres, son tan buena gente los Jack, se re preocuparon). Subo corriendo para chequear de nuevo y bajo corriendo a buscar a Fede que estaba hablando por telefono con Alejo en el patio. "Fede, nos chorearon!" a lo que Fede dice al telefono "Ale, nos robaron, chau". Y nos fuimos todos a buscar cosas alrededor del hostel. Encontramos mi billetera (con todo adentro, no habia efectivo) y las llaves del auto tiradas abajo de la escalera de incendio, que es donde Lena encontro mi reloj. Seguimos buscando mas cosas sin resultado alguno. Todavia faltaban los pasaportes entre otras cosas. En medio de todo esto Manni (el due;o del hostel) llamo a la policia luego de un pedido fallido en castellano de Fede y de uno exitoso en ingles nervioso.

Cuando llega la policia nos encuentra a todos en manada en la puerta del hostel, suben a ver la habitacion, nos hacen algunas preguntas que despues nos repetirian en la estacion de policia. Los seguimos en auto, por pedido de ellos, a pesar de que la estacion de policia queda a 3 cuadras de aca. Nos hacen esperar en una habitacion y luego nos separan a Fede y a mi. El interrogatorio tenia tintes de que yo era el sospechoso mas que la victima, pero tal vez era solo idea mia por el hecho de preguntarnos por separado y que me estaban filmando mientras daba mi declaracion. Resumiendo, hice un racconto para el poli, le repeti situaciones y horas mas de una vez, le di una lista con descripcion de los objetos perdidos evitando mencionar el tornillo de la rueda de auxilio y los dos pomitos de pegamento que usamos para pegar el radiador que se encontraban en el bolsillo chiquito de la mochila. Firme mi declaracion y un recibo de que nos habian entregado los pasaportes y las tarjetas de Fede que algun buen samaritano habia encontrado en el ba;o publico de enfrente del hostel y los habia llevado a la comisaria.

Ahora tenemos un numerito de denuncia que hoy use para agregar datos como el numero de serie de la computadora en la policia. Por suerte fuimos indocumentados por solo un par de horas nomas y tenemos todo menos mi mochila, mi mp3 y mi laptop. Recuperamos hasta los cds que nos grabo Dalpiz, y si no fuera por eso estaria completamente desmusicado.


El broche de oro fue que anoche entre todo lo que implica el nerviosismo de un robo, la espera de la policia y demas, intente llamar a nuestro jefe para avisarle lo que nos habia pasado y explicarle que no ibamos a poder ir hoy a trabajar. Resultado: no contesto. Resultado de la no respuesta: Fede lo llamo hoy a la ma;ana y el muy hijo de puta reventado le dijo que estaba decepcionado de nosotros por no haber ido. Eso es lo que yo llamo ser una mierda de persona que ni se preocupa por la gente que labura con el. Vamos, seamos realistas, no tengo mi pasaporte, me acaban de chorear otras cosas tambien, no voy a ir a clavar lonitas para tus manzanas de mierda. (Favor de excusar mi calentura expresada en lenguaje ofensivo).

A la tarde paso Marvin por el hostel porque recibio mi mensaje avisandole que le teniamos que dar unas herramientas para que el conchudo se las metiera bien en el medio del ojete y explicandole los motivos de nuestra ausencia en el trabajo. Vino a buscar las cosas y a ver como estabamos y nos terminamos yendo a tomar un cafe y a dar unas vueltas que nos vinieron bien como para relajarnos un poco.

Finalmente decidimos irnos de Napier el lunes en lugar de ma;ana como para no empezar el viaje con una onda extra;a.

Ma;ana sera otro dia.

Pd: estoy en la pc del hostel, no tengo enies ni tildes como podran notar.

ppd: las entradas en el blog seran un tanto mas escasas por obvios motivos.

pppd: te pido un sol, un sol para fapiz! mi cuenta bancaria esta abierta para quien quiera colaborar para una nueva herramienta que me permita hacer los posts mas frecuentes..... jajajaja (hay que ponerle onda)

pd para los chorros: loco, devuelvanme la dell que me la regalaron mis viejos y tiene mis cosas. si no haganme un backup y metanse la compu en el mismo lugar donde el viejo se tiene que meter las herramientas.

jueves, 29 de abril de 2010

2.0 ó 1.0?

Parental Advisory: El siguiente post puede contener lenguaje adulto and rests of peanuts and other nuts.

El proceso comienza cuando mágicamente aparecen unas manzanas del tamaño promedio de un puño y, mágicamente también, por medio de ese reflector gigante que está en el cielo, se van poniendo coloradas (a menos que sean las Granny Smith, que son verdes y están destinadas a serlo de por vida). Ahí es cuando intervenimos nosotros: ponemos bungees cada (roughly) 6 árboles, extendemos las lonas refractarias entre las hileras de árboles, las clavamos con los ganchos que tienen los bungees, y así hasta que queda una deliciosa lona lo más desarrugada posible. Cuando las manzanitas están rojitas por debajo cual culo de mandril, George recibe un llamado del manager de la orchard y entramos en acción nuevamente pateando las lonas hacia un costado para que los pickers puedan hacer lo suyo. Cuando éstos últimos terminan, volvemos a extender las lonas y a clavarlas para que las manzanas restantes completen su ciclo en el árbol. Así es, pues, que repetimos la operación hasta que no quedan manzanas y entonces sacamos los bungees de los árboles, doblamos las lonas, las cargamos a un tráiler o a un camión según la cantidad, y vivenciamos un deja vu lónico en algún otro bloque o en alguna otra orchard.

Lo importante es que el lunes estábamos en 5.0 y ahora no sabemos si estamos en 2.0 ó 1.0. Esto quiere decir que quedaban 5 días para que la rutina lonaria llegara a su fin (su fin… final, como diría mi querida Solano). Entonces la cuenta regresiva progresaba, en el primer smoko estábamos en 4.75, en el segundo en 4.50 y así sucesivamente. Hoy a la mañana estábamos deleitándonos con un 2.0 que nos hacía agua la boca hasta que Jorge dijo “les quedan sólo dos días… bueno, tres en realidad, porque ´we’ll be working on Saturday´”. Juro que me sentí como Parker Lewis (se acuerdan, de la tele? Si no se acuerdan pregúntenle a Augusto que se va a acordar), con ese sonido de ruedas rechinando de frenada de golpe o de disco de vinilo cuando uno le pone el dedito para pararlo (sí, pa, debo confesar que lo he hecho y más de una vez con tu tocadiscos, incluso he girado discos para el lado contrario para ver si se escuchaba algún mensaje satánico) y que todo se queda en un “cri cri, cri cri” y me sobrevino un asco pluscuamperdepresivo al darme cuenta de que mi tan ansiado 2.0 devenía en un 3.0 nuevamente (Georgeylareconchadetumadreviejodemierdalaputaquetepariotecagariaapalosyteharíaunenemadebungees!). Intentamos, por supuesto, encontrarle el lado positivo: nos dijimos que después de tanto tiempo un día más no era nada, nos dijimos que serían casi 100 dólares más en nuestras cuentas bancarias, nos dijimos que… no, no nos dijimos más nada, no había más que eso rescatable en realidad, así que ahí terminó nuestro intento de autoconvencimiento fallido. Todavía no está confirmado que trabajemos el sábado, pero no lo sabremos hasta mañana.

Tenemos un auto, tenemos una carpa, tenemos un inflador que sirve para inflar el colchón inflable que nos compramos, tenemos dos tazas viajeras, tenemos dos bowls viajeros, tenemos una linterna a dinamo que tiene brújula y cortaplumas, tenemos un montón de cosas, pero sobre todo tenemos ganas (de irnos al carajo).

viernes, 23 de abril de 2010

Ecuaciones básicas para la vida cotidiana

La teoría es la siguiente: nuestro jefe, el viejo de mierda, trabaja ocho meses en Nueva Zelanda y se va a Tailandia por cuatro. Hoy lo escuchamos preguntarles a los Kiwis mongólidos si les gustaba la cocaína… sí, leyeron bien… mi respuesta hubiese sido algo así como “pero claro que les gusta, jovie, no viste las pilas que tiene este enano de jardín desdentado (a.k.a. Natasha)?” no es normal que una persona tenga tanta energía. Pero ese no es el punto. Bien, hasta ahora esos son los hechos concretos, le teoría empieza ahora (qué tiene que ver lo de la cocaína? Ya, ya, todo a su tiempo): este señor debe ir a Tailandia y se pega unas vacaciones. No sé si me explico, se “pega” unas “vacaciones”. Eso quiere decir que durante esos cuatro meses debe empolvarse la nariz más seguido que Antonio Gasalla para transformarse en mamá Cora y debe dedicarse a hacer uso de la prostitución infantil que, según dicen las malas lenguas, abunda en esos lugares. Por eso le brillan los ojos cual perro hambriento cuando habla de Tailandia. Por eso está tan ansioso y cada tanto menciona por donde va su cuenta regresiva de días restantes para irse. Por eso, por eso, te digo, Susana! El tema es el siguiente, 8 meses de abstinencia es mucho tiempo. Y los que se lo fuman somos los boludos que lo tenemos encima (no literalmente, claro, estamos lejos de ser carne joven tailandesa). O sea, el jovie choto vive cuatro meses de saque en saque y cuando vuelve a kiwilandia se le trula el marote y nosotros pagamos el precio de su abstinencia con su mal humor. Qué me contursi?

En otros aspectos del mismo cantar, la Kerri, que es medio “bicha” como dicen algunos por acá (pero bicha con onda), tuvo la misma idea que yo. Oh jo, jo, great minds think alike! La idea era… primero cuento el background. En el trabajo quedamos Marvin y Kerri, Philip y Susan, Natasha y Kieran, Fede y yo. Eso hace un total de 4 personas con las pelotas por el piso de ser mandoneados y basureados por una conchudita semiletrada y un viejo supposedly verde adicto al sexo con menores y a la cocaína (recordemos que estas últimas son suposiciones nomás). Marvin (que no resultó ser tan chotín como pensábamos en un principio – nos sobreviene el fantasma de Sonja diciendo “buuuuh, buuuuh! No prejuzguen, buuuuh!”), con el cual tenemos más relación desde que dejó de ser, en palabras de él, una persona del círculo de confianza de Shorshi, nos dijo que este buen hombre asegura trabajo hasta fines de mayo para asegurarse de que va a haber gente para terminar el trabajo con las lonas, pero que en realidad eso se termina antes de fines de mayo y, cuando eso pasa, los raja a todos para que el tree training y pruning quede todo para él así tiene un mínimo de 60 hs semanales antes de tomarse el buque a sus tan deseadas vacaciones en el país del trulalá. Ahora, Jorgito no puede, por órdenes superiores del Gran Appleseed (alabado seas señor entre tu misericordia y tus frutos prohibidos, hágase tu voluntad en la tierra como en la orchard), contratar más gente por varios motivos, entre ellos que tienen que darle prioridad a los Samoanos a quienes él no tiene en su gracia, y que la temporada se está terminando. Entonces, considerando los aspectos A y B, el plan H, que no es una bomba de hidrógeno, era (nótese el uso del tiempo pasado que esperemos que cambie nuevamente a presente) ponernos de acuerdo para renunciar en manada para que Oh Georgy Porgy, poor old bastard, se quede solo con la camionera y su marido infradotado. No es genial?? Yo creo que lo es, por lo cual ustedes van a estar de acuerdo conmigo. El problema para llegar a H es T. T quiere decir que Kerri se va una semana a Australia a partir del lunes por el casamiento del primo que bla bla, no tiene influencia salvo que la limita a esta chiquita a decidir qué es lo que quiere hacer. Veremos si la convenzo para que eliminemos T del circuito táctico, o que lo incluyamos sin que influya en H y así poder trazar la línea más corta entre los dos puntos. Me explico?

Por último, estamos contentos y ansiosos por el mini viaje que nos espera post trabajo. Quizá se nos sume en parte del trayecto Lena, la alemana panificadora que me regaló un paquetito de yerba para mi cumpleaños, pero probablemente se le dificulte desprenderse de su superamiga Jen, con la que tiene una relación cuasi homoerótica, una sudafricana que vive acá en Napier. Y Alejandro (Alejo), ahora parece que nos planta de nuevo como cuando dijo “voy a Napier a visitarlos”… para mí que perdió el micro a propósito este guacho. Resulta que tuvo dos entrevistas exitosas para dos trabajos distintos y si le confirman empieza en dos semanas, que era cuando lo íbamos a pasar a buscar por el zoo de cristal. Mecachendié!

chivex: http://from-now-on-and-on.blogspot.com/

fotelis: http://picasaweb.google.com/113385767344649347081

lunes, 19 de abril de 2010

No voy en tren, me voy en au-tó



Nota:
Gracias a todos los que me mandaron mensajes cumpleañeros por mail, teléfono, facebook y demás demases ya sea tarde o temprano, porque la intención es lo que cuenta y el verdadero sabor está en las cosas simples de todos los días… (anuncio de Criollitas de por lo menos 10 años atrás dixit). No voy a mencionar a nadie en particular porque no quiero olvidarme de nadies, pero me puso del marulo recibir todos esos mensajes. Y sí, si tuviera que responder la pregunta que me hace mi tío cada vez que su esposa se acuerda de recordarle que es mi cumpleaños, se siente distinto. Supongo que por cuestiones geográficas, situacionales y relacionales que son completamente nuevas para que te encuentre tu natalicio (a mi entender, de más esta explicar por extensión cuáles son esas cuestiones, cierto?). Es loco a su vez darse cuenta de que uno no tiene más 18 años pero a veces actúa o tiene gustos por determinadas cosas como si los tuviera, pero no voy a entrar en detalles porque no viene al caso.

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Hoy es lunes 19 de abril. Según el reloj de mi computadora son las 8.22 pm. Según el frío hoy se respira viento sur. Según mis capacidades perceptivas – que son tan agudas como aguja de tejer -, decidimos hace 20 minutos que la semana que viene es la última que trabajamos con el viejo de mierda y que nos vamos de Napier, la ciudad que nos ha acogido durante casi 3 meses. Nos cansamos, nos pudrimos, nos irritamos, nos hartamos, nos secó las pelotas y entramos en crisis. Pero no creo que sea la ciudad (solamente) o el trabajo (solamente), porque en Auckland nuestro queridísimo Alejijou está, evidentemente, en otra ciudad, y sin trabajo , y hemos descubierto que también entró en crisis. Entonces he aquí la ecuación: crisis +crisis + crisis = nos vamos de paseo, pi pi pi, en un auto feo, pi pi pi.

El viernes que viene (no éste, sino el que viene que no es éste) será nuestro adiós a nuestros queridos compañeros de trabajo. Adiós Natasha, la chica de manos de trabuco, te deseamos la mejor de las mierdas para que mastiques un poco de tu propia medicina. Adiós Kieran, hay que tener pelotas para bancarte a Natasha como novia. Adiós Philip y Susan, alemancitos de pimienta, para ustedes no tengo nada que decir. Adiós Kerri, yo te banco! Adiós Marvin… estem… bueno, adiós. Y por último, como decía nuestro querido Shakespeare, last but not least, adiós Mr Burns, te dedico “adiós, que te vaya bien” de mis queridos y Colombianísimos Aterciopelados (la letra viene algo así, para el que no la conoce: “adiós, que te vaya bien, que te coja un carro, que te parta un rayo, que te espiche un tren” and so on and so forth).

La suerte está echada: nos vamos despacito para el norte por la costa este, damos unas vueltecitas, pasamos por Auckland a buscar a Alejo, seguimos rumbo más al norte y luego… probaremos otro trabajo. CACHING!!!

Los saluda atte.,
Prof. Fapis Piemonte.

martes, 6 de abril de 2010

Carta a Etelvina

Querida Etel : te escribo este correo electrónico para contarte lo que hicimos con la Elu durante el fin de semana largo de semana santa. ¡No sabés lo que te perdiste por pijotera! Unos paisajes, unas vistas! Nos fuimos el viernes tempranito con la Elu a Rotorua, pasamos por Taupo y en el camino nos tomamos un cafecito con unas masas de rechupete al lado del lago mientras veíamos a unas personas nadar como loooocas a pesar del frío que hacía. Seguimos viaje, yo manejaba en este segundo tramo. No sabés los calores que nos hizo pasar el auto, ya te voy a contar!

Llegamos a Rotorua mucho antes de lo que pensábamos, la ciudad apareció así de golpe. Nos fuimos a turismo, porque viste que somos despistadas y siempre nos perdemos. Averiguamos por un camping y nos querían hacer reservar desde ahí, desde las oficinas de turismo, sin siquiera dejarnos ver el lugar. Pero que tupé! Nos dimos media vuelta, claro, subimos a nuestro móvil, prendimos el estéreo y marchamos al compás de La Bamba para ver cómo estaba ese lugar. Decidimos quedarnos. En algún lugar teníamos que dormir, claro. Después de reservar nuestro lugar para erigir nuestro hotel 5 estrellas para tres personas nos fuimos rumbo al lago de la ciudad para hacer un picnic con las delicias que llevábamos desde Napier: pizza fría y papas fritas de oferta… una locura!

No sabés lo que nos pasó mientras disfrutábamos de nuestro almuerzo. Un cisne del tamaño de un tiranosaurio empezó a nadar hacia donde estábamos, se acercaba despacito el muy turro, y salió del agua amenazante, listo para atacarnos y robarnos nuestra comida. Te parece a vos? Qué insolente! Pero por suerte entre la Elu y yo nos damos mania, viste? Diseñamos un plan estratégico para alejarlo: le tiramos una papafrita a un costado para que la fuera a buscar y nosotras poder recuperar el tupper. Imaginate si nos quedábamos sin tupper…

De ahí volvimos a armar nuestra morada, que estamos tan duchas que nos llevó alrededor de quince minutos nomás. Y cazamos el termo, el mate y nos fuimos a unas cascadas y a ver una seguidilla de lagos. Unos paisajes! Ya cuando nos juntemos a tomar el té te llevo las fotos y te muestro lo que son… Así, de lago en lago, estuvimos hasta que era casi de noche, y empezamos a emprender la vuelta a la ciudad con olor a cloaca superpoblada – hay unos geiseres con azufre en la ciudad que dan un olor que madre mía! – y en el camino nos cruzamos con un bosque, que me contás? Redwood se llama, una forestación densa tan linda que no nos quedó otra que ir a caminarlo un rato, te imaginarás. Después de perdernos y encontrarnos marchamos hacia nuestra morada. No sabés como dormimos! Y eso que yo tuve que comprarme dos mantitas para la bolsa de dormir, viste? Porque no me abriga bien. Por suerte pagué 4 dólares por las 2. Una ganga! (incluso ya me fui a comprar dos más, como te imaginarás, para regalarle a los nietos).

A la noche nos comimos unas hamburguesas en uno de esos locales de comidas rápidas, pero no en esos que salen en la tele, uno que es típico de acá. No nos pareció gran cosa, hemos probado mejores manjares… La cuestión, Etel, es que al día siguiente nos fuimos tempranito después de desarmar la carpa para el lado de Tauranga. No me lo vas a poder creer cuando te lo diga, estaba lleno de gente!! Incluso más que ahí en Auckland, donde estás vos. Y mucho argentino también, era como estar en Buenos Aires casi. Ahí Elena me llevó a ver un partido de hockey, quién se lo iba a imaginar a mi edad en un partido de lo que fuera!? Jugaron estas chicas de Argentina, las Tigresas o algo así, con las chicas All Black del hockey, las de acá. La hemos pasado de bien! Y ni yo lo hubiese creído, eh.

A la tarde nos fuimos a visitar a Cristian y a Luisa, estos dos chicos que iban a “loning” con nosotras. Un amor, mirá! Casi ni parecen Argentinos. Con la Elu decidimos no quedarnos en ese agujero del infierno porque mucha gente nos abombaba, vistes? Entonces nos fuimos para el lado de Rotorua de nuevo, llegamos requete tarde, como a las ocho. Así que como estaba oscuro paramos en un camping donde unas señoras amables nos dieron un poco de bolognesa que usamos para adornar nuestro arroz. Ahora, esta gente no sabe lo que es comer… ponerle clavo de olor a la bolognesa?? Eso es un crimen en todos los estados democráticos, querida!

Ni bien amaneció ya estábamos de punta en blanco, con la carpa hecha un matambre y todas nuestras pertenencias adentro del coche. Pasamos por la ciudad de Rotorua (la del olor a pedo, te acordás?) porque era paso obligado, y cargamos nafta. Ay, Etel, acá viene el primer calor que pasamos con el auto. Una vez que pagamos la nafta y yo me compré un cafecito para el camino y unos chocolates para compartir con Elena – vos sabés que yo sin café no funciono y Elena con chocolate es más feliz –, me siento en el lado del conductor, me abrocho el cinturón de seguridad, pongo la llave en la hendidura para encender el motor (no sé para que te cuento esto, ese procedimiento creo que ya lo conocemos las dos, querida) y, la cuestión es que el muy hijo de puta no arranca! Qué vergüenza! Ahí estábamos las dos sin poder mover el auto en el medio de los surtidores de nafta… y bueno, llame a la gente del seguro, viste… creo que hablé con la mitad de las operadoras del AA y me dieron a entender que nuestro seguro no servía para cuando se rompe el auto. Habrase visto! Me quería morir! Para qué pago yo tanta plata por mes si accidentes no tengo?

Entonces pusimos cara de cordero desplumado… gallina degollada, lo que sea, y empezamos a preguntar si nos podían prestar el cable para la pila esa grande que tiene el auto – no sabés lo que estamos aprendiendo de autos, querida – hasta que un buen hombre con su familia nos dio corriente y pudimos arrancar. Que papelón! Al final salimos para el lado de un lago que se llama Waikaremoana – como si fuera poco ocupar parte de la currícula escolar con su idioma, los maoríes se dan el lujo de ponerle nombre a todos los lagos, podes creer? – que queda en el medio de un camino de ripio que para qué te cuento! Más de tres horas viajando por ahí! Pero bueno, al final llegamos al lago. Qué placer, qué paisajes! Ya vas a ver las fotos… Acampamos ahí, un lugar precioso! Lástima que llovió toda la noche, se levantó un viento de los mil demonios y al día siguiente tuvimos que enrollar la carpa toda mojada. Casi se nos queda la batería de nuevo en el camino, que todavía era de ripio, un horror, mirá! Y para colmo nos cruzamos con un hombre que llevaba en su mano una cabeza de alce y nos saludaba mientras mirábamos atónitas como chorreaba sangre de ese cuello recién rebanado!

Pasamos por una ciudad de nombre Wairoa, que más bien parecía un pueblo fantasma, no sabés lo triste que nos puso. Igual nos tomamos un café, como hacemos en cada lugar que vamos. Es como nuestra marca, como cuando los perros orinan un árbol. Y al final decidimos volver a casa, a Napier, porque no sabíamos si la pila del auto nos iba a abandonar de nuevo (casi no arranca el coche en el medio del viaje, y encima, no me lo vas a creer, se hizo una rajadura en el radiador!).

Cuando llegamos a casa nos recibieron muy bien todos los que estaban acá, el dueño del hotel saltaba mientras nos daba la bienvenida, no sabés qué plato! Bueno, ahora te dejo que me voy a sacar los ruleros y a poner el agua para los fideos. Después te cuento novedades sobre el día de hoy que, como ya sabés, es mi cumpleaños número 86. Me siento de 26, mirá!

Te mando un beso grande y Elu te manda otro.

Cariños,

Esther.

Pd: te mando una fotito para que vayas viendo los lugares de nuestras aventuras.

domingo, 4 de abril de 2010

Recordarmelo más tarde

Nota: este post viene con retraso, no son las novedades más frescas (o sea, las del fin de semana largo de pascuas). Lo escribí hace un par de días, pero… léanlo. Ah, va sin fotos porque esto está lento.

Hoy perdimos a tres miembros de la familia funcional designada: Amelie, Clem y Flavian, los frenchies, se nos fueron a buscar nuevos rumbos a Auckland intentando entrar a trabajar a Greenpeace reclutando gente para aportes monetarios que sustenten las acciones de la misma. Una lástima, los vamos a extrañar. Pero nos dieron la idea de aplicar para ese mismo puesto por las siguientes razones: te pagan por hora, te pagan un plus para nafta y otro para alojamiento, y podés (o mejor dicho, debés) viajar por distintos lados. O sea que es, a nuestro modo de ver, perfecto. Todavía no decidimos si vamos a aplicar cuando se termine este trabajo con el viejo cascarrabias o si lo haremos antes.

Por lo pronto, lo que sabemos con seguridad, es que este fin de semana (fin de semana de pascuas) nos vamos a ir a recorrer un poco aprovechando nuestro super Birdie Motherfucker (el auto). Nos tomaremos el sábado libre, así que tenemos desde el viernes hasta el lunes y decidimos partir para Rotorua y Tauranga. Tal vez nos encontremos en esta última con un par de ex compañeros de trabajo, quizás consigamos yerba mate, puede ser que nos caguemos de frío… pero que va a estar casi tan bueno como Buenos Aires, es seguro. Necesitamos un poco de cambio de aire y un descansito.

En lo laboral vamos mejorando; los cuerpos ya no duelen y se acostumbraron parcialmente al horario ultramatutino. No sé si nos acostumbramos a las variaciones climáticas todavía, que son bastante complejas: a la mañana hace mucho frío, a partir de las 11 hace mucho calor, luego a veces llueve y vuelve a hacer frío para dar paso a otro ciclo de calor antes de la helada nocturna. El viejo se agretó la semana pasada con los otros argentinos porque llegaron 3 minutos tarde (sí, leen bien, TRES minutos tarde), entonces los mandó a casa y los dejó sin trabajar hasta el lunes. El lunes los citó más tarde que al resto, y sin decirles nada los mandó a bailar charleston al campo del vecino; los puso con otro grupo de gente y no les dirigió la palabra ni para avisarles que no iban a trabajar más con él.

Los highlights de estas últimas dos semanas fueron…
- tragarnos una multa por exceso de velocidad… Imagínense la situación: vamos al hostel anterior a buscar una carta del AA (Automobile Asociation) que corresponde al seguro que todavía no sabemos si estamos pagando religiosamente por mes o se olvidaron de cobrárnoslo, y nos encontramos con una carta de la policía diciendo que habíamos infringido la ley… parafraseando al Dr Giosa: nosotros?? que somos más papistas que el papa??? Pues sí, nos vacunaron con una multa de 80 dólares por ir a 61 kilómetros por hora en una zona de 50…

- tener que volver de un mini paseo esa misma noche porque se escuchaba un CLAC CLAC CLAC, cuando paro para ver si había algo en la rueda no veo nada. Vuelvo al hostel sólo para darnos cuenta de que había un tornillo clavado en la rueda… todo concluyó en que aprendimos a la fuerza a cambiar una rueda. Every cloud has a silver lining, como dicen, vio? 40 dólares nos dolió el arreglo porque era domingo y necesitábamos una rueda como la gente para ir a trabajar, no la rueda de bicicleta que funciona como rueda de auxilio.

- Que nos pare la policía porque teníamos las luces de posición prendidas solamente en la ciudad (¿???) y nos hicieran una prueba de drogas….

- Que el viejo nos lleve en la camioneta de una orchard a otra para tener el smoko como si fueramos mexicanos intentando pasar ilegalmente la frontera hacia la madre patria: todos acurrucados agachados en la camioneta para que no nos vieran de afuera porque si no lo multaban….

PD: alguien sabe de alguna página en la que pueda subir fotos que no sea flicker que ya me está limitando con las fotos que puedo subir? no me digan facebook que mis papis no tienen... grazie tante!

lunes, 15 de marzo de 2010

Juancito y sus Semillas de Manzana

El domingo, luego del alerta de tsunami, que no nos permitió ir a las cataratas (que luego nos enteramos de que no influía en lo absoluto), decidimos partir para una zona alta: Te Mata Peak. Es una montañita con una super vista de todo Napier y alrededores, así que tipo que la vista TE MATA, boló! Durante la semana trabajamos consolándonos en el hecho de que cada bungee (un elástico con un gancho) que clavamos en las lonas va por Australia, por Tailandia, por Vietnam, etc etc, como dice Fede. El viernes despedimos a Luisa y Cristian (los dos argentinos que trabajaban con nosotros) que se fueron pal norte nomás a trabajar en un pack house. Tuvimos un smoko matutino emotivo: llevamos entre todos cosas ricas para morfar y hasta el viejo estuvo de buenas y se sumó (a comer, claro). El sábado, luego del trabajo, volvimos a nuestro hogar e hicimos lo de siempre: merendar y ducharnos. En un momento de ocio pre-salidero a por una cerveza con la muchachada del hostel, escuchamos a Laura (la inglesa) que nos dice “hay alguien buscándolos”. Lo que NUNCA, NEVER in the puta life nos habríamos imaginado era que nos fuera a visitar Marvin con Kerri….

Marvin es nada más y nada menos que la mano derecha de nuestro jefe (más detalles sobre dichos personajes en breve). Y Kerri es la novia de Marvin, que resulta que solía ser mi compañera de trabajo porque trabajamos de a dos con las lonitas. Fue un momento de sensaciones encontradas: una mezcla de simpatía y agradabilidad por el gesto pero teñido de rechazo por todo lo que significa Marvin (un flaco garca de los que hay pocos). Para que lo entiendan mejor, era algo así como ver a uno de esos bebés bien pero bien feos que son taaaaaaaaan feos que te resultan simpáticos pero que no podés dejar de pensar “que fulero, pobrecito”. La cuestión es que Marvin se comportó muy simpáticamente, Kerri es siempre bastante agradable dentro de todo y nos llevamos una sorpresa más vale inesperada, porque vinieron sin aviso. Además, quién se iba a imaginar que ellos dos, especialmente EL iba a pasar a saludarnos??

Ahora que el trabajo abunda y el tiempo libre escasea, y que, por lo tanto, las novedades no son tan abundantes, debo empezar a dedicar un lugar de este espacio a describir a la gente que nos rodea como para que entiendan todo bien desde una perspectiva más cercana a la nuestra. Por eso es que voy a empezar por la gente del trabajo y, luego de leer sobre Kerri y Marvin, pueden leer otra vez el párrafo anterior como para tener una mejor impresión de cómo fue el shock que nos invadió por la noche del sábado.

El primer personaje de la descripción es el señor Burns. Ya les dije en alguna otra ocasión que se parece al conejo malo de La Verdadera Historia de Caperucita Roja (Augusto y Jési, uds van a entender), pero también es bastante parecido al viejo de Monster House (Sándra, esa la vas a cachar vos). Según Fede se parece a un tal Calamardo o algo así de Bob Esponja (no sabría decirlo, porque nunca vi Bob Esponja por más de 5 minutos y, realmente, no recuerdo). Este buen señor cuenta con nada más y nada menos que casi 70 años. Sus frases favoritas (o por lo menos las que escuchamos un mínimo de 10 veces al día) son: “hop in the van, guys,” “you are not sorry, you are laughing,” “smokooooooooooooooooo!” “okie dokie, away you go,” “HORRIBLE!” (esa la usa para casi todo, desde el sombrero que tenés puesto hasta el maldito nudito del tree training), “MAAAAAAAAARVIIIIIIIIIIIIIIIN, what are you doing? move your bloody ass,” “come on, guys, this is painful” (refiriéndose a cuando alguien hace algo lento), “MARVIIIIN, this is like watching someone die!” (idem anterior), “oh, come on, Maaaaaaarvin!” “good boy /girl” (cuando hacés algo que le gusta), “bad boy/girl” (ya se imaginarán…). El asunto es así: si el viejo está de buenas, hace chistes (tiene un humor medio negro y jodido) y te cagas de risa; ahora si el viejo está de malas, es mejor evitarlo porque es un dolor punzante de ojete. Es un zorro viejo y tiene sus mañas.

La pandilla latina consiste en dos varones argentinos y una chica chilena. Nicolás, Tomás y María Paz alias Pacha viven juntos en Hastings (una ciudad cerca de Napier, más para el lado donde trabajamos) con otros 3 argentinos y dos chilenas. Tomás trabaja con Fede y, aparentemente, durante las primeras horas de la mañana es parco y no habla, pero cuando se despierta se la pasa gritando huevadas. Nicolás es un chabón del tipo “no me importa,” pero que resulta que es bastante centrado y a veces bastante gracioso. Pacha es la niña mimada porque es toda suavezona y además es muy simpática. Los niños tienen 23 y la niña 21.

Kieran y Natasha son dos kiwis del campo. Ella pasó 12 de sus 23 años trabajando en una granja con vacas y tiene más fuerza que cualquiera de los que están ahí. Es muy graciosa dentro de lo que es su humor sarcástico y agresivo, y es bastante buena onda aunque medio boludona. Para que se la imaginen, es una especie de Nikita en miniatura con espalda triangular y manos de travesti. El… bueno, todavía no defino si es un boludo a pedal o a cuerda, pero que es un boludo está BIEN definido. Como entraron dos chicos nuevos de la República Checa (porque se fueron Luisa y Cristian), a mi me volvieron a sacar a Kerri y me pusieron con este lungo corto de mente que se la pasa diciendo “sweet” y “fuck(ing)” cada dos palabras. Mi negación a trabajar con él va más allá de su opacidad superconcentrada; me rompe soberanamente las pelotas (madre, sal de mi cabeza!) que sea lo que en ingles se conoce como un backseat driver… entiéndase alguien que da ordenes pero no hace un pedo y encima se queja de que voy lento…. Y claro, pelotudo, si vos hicieras tu trabajo yo no tendría que hacer el de una persona y media y haría más rápido! Cuestión que veré si me pueden cambiar de compañero por alguien que por lo menos sepa contar y qué edad tiene.

Florian es un alemán, que con sus 29 es el más grande del grupo. Este muchacho es… cómo definirlo? Un tanto atípico… raro… es… o mejor dicho, solía ser bastante copado. Suele hacer muchos chistes: te clava tus bungees en manzanas, te contesta medio choto pero con onda, te ata ramas a tu hilo para el tree training… cosas bobillas por el estilo. Cuestión que nos llevábamos bien hasta que un día me rompió un poco las pelotas cuando me tiró el balde con gomitas para atar los arboles a su guía y decidí ignorarlo por el resto del día, como cuando hay una mosca molesta en la habitación y uno no la puede matar entonces decide ignorarla con mucha fuerza para ver si de tanto ignorarla desaparece como por arte de magia. La cosa es que este muchacho se agretó. Así nomás, me empezó a contestar como el orto. Florian, what pass?? Ah, y hoy descubrí que cuando se saca la gorra que aparenta tener pegada en la cabeza parece el príncipe malvado de Shrek. Y por cierto, pa mí que está enamorado de la Kerri el Florchu.

De los Checos no puedo hablar, sólo puedo decir que hoy, su primer día, los noté asustados y me divirtió de una forma un tanto macabra y sádica a pesar de pensar que tal vez nosotros teníamos la misma expresión el primer día. La chica es copada, y el chico es bastante poco comunicativo… tal vez sea porque no sabe inglés. Y también huele muy mal, taaaaaaan mal que el hedor te perfora la nariz como el frío de invierno con el agregado de ser desagradable.

Kerri es la kiwi que, como dije, trabajaba conmigo. Tiene 18 años, acaba de terminar el colegio y hace este trabajo desde hace 4 años (hay que tener ganas, eh!). Sólo que lo venía haciendo en verano y este año decidió tomárselo sabático del estudio y se dedica a esto, a hacer un curso de buceo y a salir con el forro de Marvin que vive en su casa y está esponsoreado por ella para conseguir la residencia. Pobre, se clavó una espina jodida en el pie y se la entierra más adentro con cada paso. Digo pobre porque ella es una piba piola, buenita y simpaticona. El, en cambio, es el olfa garca que cree que tiene que pisarte la cabeza para ascender… porque sí, tiene unos planes macabros, como decía Luisa, de convertirse en manager… así que la cosa es simple, si hacés algo mal, el Jorgito se entera porque el moco alemán le va con el cuento.

Por el momento sólo les contaré eso. En una próxima entrega de fapis online les contaré otras cosas y les mostraré fotos.

Cheers!

chivo: http://from-now-on-and-on.blogspot.com/