sábado, 5 de junio de 2010

Christchurch Improvisacional

PRIMER ACTO

Llegan tres hombres a la ciudad de Picton en un ferri luego de pasar unos días en Wellington. Se embarcan en un viaje corto por tierra en auto para llegar a Blenheim, la ciudad del pruning de viñedos. La llegada pasa sin pena ni gloria, tanto para la ciudad como para ellos. Buscan un refugio. En el camino encuentran una seguidilla de hostales y paran en cada uno para preguntar el precio. Pasan por un último sobre la mano derecha (recordemos que en Nueva Zelanda, donde esta obra esta situada, se maneja por el lado izquierdo) y FABIO, el conductor, se lanza para ese lado y estaciona. ALEJO baja del auto para hacer las preguntas pertinentes y FEDERICO permanece sentado.

ALEJO: Ya vengo.

FEDERICO: Por qué no aprovechás y estacionás del lado correcto mientras?
(FABIO empieza a hacer marcha atrás.)

FEDERICO: Cuidado con la columna!
(Ruido de choque)

FABIO: Son cosas que pasan…
(Sale un hombre de una casa y se acerca a la ventanilla del conductor.)

SEÑOR: Está usted bien?

FABIO: Sí, claro.

SEÑOR: Estacionó del lado equivocado de la calle y luego se chocó con un poste de luz. Acaso usted no habrá estado… (señas con las manos simulando tomar de un vaso).

FABIO: Qué?

SEÑOR: Bebiendo.

FABIO: No! Claro que no!

SEÑOR: (al acompañante) Si yo fuese usted no lo dejaría manejar.

Nota: El conductor no está realmente ebrio.

SEGUNDO ACTO

Escena 1

Pasan dos días desde el acontecimiento. Los personajes consiguieron trabajo con un contratista de origen hindú que tenía como requerimiento hospedarse en su hostal para trabajar con él. El trabajo se iniciaría al día siguiente. Los personajes concurren al hostal donde son recibidos por la esposa del contratista para llenar los papeles necesarios. Se dirigen a la habitación donde se encuentran con un intenso olor ácido y rancio, y un buen señor de aspecto de exconvicto pero buenos modos. Hay seis camas marineras, una luz pobre y una ventana pequeña al fondo de la habitación. En la cocina hay dos canillas, un microondas y pocas vajillas y utensillos. Los personajes se ven afectados sobremanera, lo cual se nota en su expesión general y estado de ánimo. Vuelven al hostal luego de un día de matar el tiempo en la biblioteca del pueblo y un paseo por un supermercado que tiene como fin retrasar la vuelta a su morada.
(caras de asco y tristeza, en la cocina)

FABIO: (vuelve del baño) No hay papel higiénico en el baño, y el único baño que tiene papel higiénico no tiene traba.

FEDERICO: ¿Querés que te sostenga la puerta?

FABIO: No, quiero poder cagar tranquilo y poder limpiarme el culo, no pido tanto.
(FABIO sale de la cocina, vuelve a entrar)

FABIO: Chicos, la cocina cierra a las 8.30…

ALEJO: Qué, con llave?

FABIO: No sé, hay un cartel ahí en la puerta. Y saben que es lo mejor? El lounge area también cierra a esa hora.

ALEJO: O sea que no podemos ni ver tele.
(silencio. Se miran, deciden salir a tomar un poco de aire para calmar la desesperación. ALEJO y FABIO. FEDERICO permanece en la cocina por un momento)

ALEJO: Qué sentís?

FABIO: Cansancio. Mucho.


Escena 2

(Los personajes deciden cocinar apresuradamente para poder cenar antes del cierre de la cocina. Deciden cenar sus suculentos noodles en el auto. Es de noche. Durante la cena)

FEDERICO: Bueno, después de una semana, hacemos un poco de plata y vemos… nos podemos ir para Christchurch.

FABIO: Y si nos vamos ahora?

FEDERICO: Les parece? Podemos irnos a la mañana… Tenemos la semana paga acá.

FABIO: No importa, vámonos! Total…

ALEJO: (entre risas nerviosas) Saben qué? Tenemos la noche que nos quedó del Base de Wellington (el hostel de nombre Base). Jajaja

(TODOS ríen a carcajadas)

FABIO: Sí, chicos, cuando tuvimos que actuar de forma adulta lo hicimos. Ahora que podemos hacer algo alocado… vamonos a la mierda!

FEDERICO: Es verdad, nunca hicimos nada espontáneo. Pero que hacemos con la semana que tenemos paga acá?

ALEJO: Alguien se anima a pedirle reembolso al indio?

FABIO: Yo voy, le invento algo… alguien que me acompañe.
(FEDERICO y FABIO salen del auto, se dirigen a la casa del contratista que está
situada frente al hostal. Tocan timbre. Sale el contratista a la puerta. FEDERICO y
FABIO ponen su mejor cara de desesperación)

FABIO: Perdón por molestarlo a esta hora, tenemos un problema: nos tenemos que ir a Christchurch, nos acaba de llamar la madre de un amigo diciendo que nuestro amigo está en el hospital.

FEDERICO: Sí, tuvo un accidente.

FABIO: Necesitamos irnos esta noche.

CONTRATISTA: Pero… Ustedes acaban de llegar, no? Van a volver?

FABIO: Sí, llegamos hoy, ibamos a empezar a trabajar mañana, pero nos tenemos que ir de urgencia ahora. No sabemos si vamos a volver o cuando, creemos que sí, pero depende de cómo esté nuestro amigo.

CONTRATISTA: Ah, está bien…

FABIO: (cara de poker) Queríamos saber, como no nos quedamos ni una noche acá, si no nos podrían reembolzar aunque sea parte de la plata de la semana porque andamos cortos y lo necesitamos.

CONTRATISTA: Ah… sí, puede ser, a ver… (entra a la casa, vuelve a salir) Ustedes pagaron con EFTPOS (tarjeta de débito de NZ) ahora mismo no les puedo dar la plata porque la transacción de la cuenta de ustedes a la mía tarda. Les puedo devolver 70 dólares de los 90 y los otros 20 les quedan para cuando vuelvan. Se los transfiero a las cuentas de ustedes cuando me llegue a mí…

FABIO y FEDERICO: Genial, gracias!

FABIO: Perdón por la molestia, y gracias de nuevo. (sale en busca del equipaje)
(FEDERICO permanece charlando con el hindú finalizando la devolución de la llave a cambio del depósito. Los tres cargan las valijas al auto intentando contener la risa. Viajan de noche, intercalando el volante entre FABIO y FEDERICO. Hacen paradas de descanso, para comprar un café con los fondos recuperados del depósito de la llave, para descargar sus vejigas, etc. Llegan a Christchurch de noche luego de más de 4 horas de viaje llevando una exaltación notable por la decisión tomada. Se hospedan en el hostal Base por dos noches.)

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